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Bitcoin vs. Oro: ¿Cuál es la mejor inversión en 2025?

17 minutos
Autor Shilpa Lama
Actualizado por Fran H
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El oro y Bitcoin compiten actualmente por el puesto preferente como activo refugio. En 2025, la comparación entre estos activos está más viva que nunca. En esta guía, veremos en qué se diferencian, teniendo en cuenta aspectos técnicos, cuestiones financieras, factores macro y sus perspectivas de inversión a largo plazo.

Bitcoin vs. Oro: Una rápida comparación

Históricamente, el oro ha sido el activo refugio más popular ante situaciones de inestabilidad económica. Bitcoin parece estar perfilándose como un competidor directo del metal más codiciado del mundo. Se ha convertido en una alternativa digital basada en las matemáticas. Veamos en qué se diferencian.

BitcoinOro
Tipo de activo y respaldoDigital, intangible. Valor basado en la confianza de la red y en una oferta limitada de 21 millones.Tangible, activo físico. Respaldado por la escasez, la durabilidad y la aceptación mundial.
Liquidez y tradingNegocia 24/7 en exchanges de criptomonedas. Alta liquidez pero fragmentada. Fácil de transferir a nivel mundial.Gran liquidez a través de ETF, futuros y exchanges. Oro físico ligeramente menos líquido.
VolatilidadMuy elevada. El precio suele reaccionar bruscamente al sentimiento, las noticias macroeconómicas y la regulación.De baja a moderada. Se mueve de forma constante; reacciona durante las crisis. Menor volatilidad general.
Rentabilidad históricaCrecimiento exponencial desde su creación. +135% sólo en 2024. Las ganancias del pasado vinieron acompañadas de importantes caídas.Rentabilidad moderada a largo plazo. +5.700% desde 1971. Fuerte en periodos inflacionistas o de crisis.
ProsElevado recorrido al alza. Oferta fija. Transportable. Descentralizado. Apoyo institucional creciente.Refugio seguro. Confianza a largo plazo. Cobertura contra la inflación. Sin riesgo de impago. Diversificador de carteras.
ContrasAlta volatilidad. Sin rentabilidad. Riesgo normativo. Aún en fase de maduración. Vulnerable a hacks/pérdida de claves.Sin ingresos. Puede tener un rendimiento inferior en periodos de crecimiento estable. Requiere almacenamiento y seguro.
Correlación con la inflaciónMixta. Cobertura teórica, pero a menudo sigue el sentimiento de riesgo a corto plazo.Generalmente positiva. Funciona bien durante los picos de inflación o la contención de los tipos reales.

Bitcoin vs. oro: Diferencias

Aunque tanto el Bitcoin como el oro pretenden preservar el poder adquisitivo, se basan en mecanismos totalmente diferentes. Uno sólo existe como código, el otro como mercancía física. Merece la pena entender cómo funciona cada uno -tanto desde el punto de vista técnico como fundamental- para decidir cuál se adapta mejor a su cartera.

Bitcoin: Reserva digital

Bitcoin es una moneda digital descentralizada que opera en una red blockchain. Su valor deriva de la confianza de los inversores, la adopción de la red y su oferta matemáticamente limitada de 21 millones de monedas.

Esta escasez artificial (impuesta halving) afecta a la oferta de Bitcoin crece más lentamente con el tiempo, cayendo incluso por debajo del crecimiento anual de la oferta de oro después del halving de 2024.

A diferencia de los activos tradicionales, Bitcoin no ofrece flujos de caja ni dividendos: los beneficios proceden únicamente de la revalorización del precio. La volatilidad de Bitcoin es notoriamente alta: a menudo se comporta como un activo tecnológico de alto riesgo en lugar de como un depósito de valor estable.

Evolución histórica y comportamiento

Bitcoin cayó un 75% desde los 65.000 dólares entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022 durante un periodo de inflación creciente (contrariamente a la narrativa de la “cobertura contra la inflación”). Luego se recuperó más del 112% en noviembre de 2023 y alcanzó alrededor de 34.000 dólares en medio de una recuperación más amplia del mercado.

Bitcoin frente al oro: Precio del BTC 2022-23
Caída de BTC en 2022 y recuperación: CoinMarketCap

La liquidez de Bitcoin es amplia en los principales exchanges, negociándose 24/7 en todo el mundo, pero el mercado puede estar fragmentado entre plataformas. Su trading está impulsado en gran medida por inversores minoristas y cada vez más por inversores institucionales, y los cambios de sentimiento pueden desencadenar movimientos bruscos.

Históricamente, los rendimientos de Bitcoin han superado con creces a los de otros activos a largo plazo (Bitcoin ha subido cientos de miles de puntos porcentuales desde 2013), pero no son infrecuentes las caídas frecuentes del 50% o más.

Nada respalda a Bitcoin en el sentido tradicional, por lo que su precio depende enteramente de la dinámica de la oferta y la demanda y de la confianza especulativa.

Oro: Refugio físico

El oro es un bien físico con miles de años de historia como moneda y joya, entre otros usos. No es el pasivo de nadie y a menudo se considera el último depósito de valor y activo refugio. El valor del oro está respaldado por su naturaleza tangible y sus propiedades.

  • Es escaso (la producción anual de las minas sólo aumenta la oferta en cifras de un solo dígito).
  • Es duradero y goza de reconocimiento universal.
  • Los bancos centrales suelen holding oro como activo de reserva y, en los últimos años, han sido grandes compradores netos de oro para diversificarse y alejarse del dólar estadounidense.

A diferencia del Bitcoin, el oro tiene algunos usos prácticos, pero la mayor parte de su precio está impulsado por la demanda de inversión y almacenamiento de riqueza más que por el consumo industrial.

Rendimiento y liquidez

El oro no produce nada por sí mismo, por lo que la liquidez y los rendimientos proceden enteramente de las variaciones del precio. Se negocia en los mercados mundiales, normalmente durante las horas de mercado, a través de instrumentos como los futuros y los fondos cotizados (ETF), que facilitan la compra o la venta.

La volatilidad del oro es de baja a moderada: suele ser mucho menos volátil que el Bitcoin. Los movimientos del precio del oro suelen estar inversamente correlacionados con los activos de riesgo. Además, el oro suele brillar durante las crisis económicas o la incertidumbre, pero puede estancarse durante periodos de crecimiento estable.

Durante periodos muy largos, los rendimientos del oro han sido positivos pero modestos: aproximadamente ha seguido el ritmo de la inflación durante décadas. La liquidez del oro es elevada en los mercados financieros, aunque convertir grandes holdings de oro físico en efectivo puede llevar tiempo y acarrear costes.

Desde el punto de vista técnico, el almacenamiento seguro del oro (en cámaras acorazadas o cajas fuertes) y el coste asociado al mismo requieren serias consideraciones. Muchos inversores evitan estos problemas utilizando ETF de oro u otros sustitutos.

Bitcoin vs. oro: Precio y factores macro

Tanto Bitcoin como el oro experimentaron importantes movimientos de precios en 2024 un crecimiento impulsado mayormente por cambios en la liquidez, la geopolítica y las expectativas de inflación. El comportamiento reciente de ambos activos ofrece un test en el mundo real de cómo se comporta cada uno en situaciones de estrés macroeconómico.

Bitcoin: volátil pero resistente

Bitcoin tuvo una fuerte carrera hasta 2024, subiendo desde alrededor de 16.000 dólares en enero de 2023 a más de 100.000 dólares en enero de 2025. El rally se vio impulsado por la mejora de las condiciones de liquidez, las mayores entradas institucionales y la aprobación de ETFs de Bitcoin al contado en EE.UU.

bitcoin vs. oro: historia del precio de btc
Historial de precios de BTC: CoinMarketCap

Aunque la volatilidad persistía, Bitcoin seguía atrayendo el interés a largo plazo. Su oferta limitada, su liquidez permanente y su aparente desvinculación de los sistemas monetarios soberanos lo hicieron atractivo tanto para los compradores minoristas como para los inversores institucionales que buscaban alternativas a los activos tradicionales.

El mercado consideró el Bitcoin como un activo de alto crecimiento y cada vez más como una cobertura contra la inestabilidad monetaria.

El comportamiento de Bitcoin siguió estando ligado a las variables macroeconómicas, especialmente a los tipos de interés y la fortaleza del dólar. Cuando la liquidez mejoraba y los tipos bajaban, Bitcoin ganaba considerablemente. Pero también reaccionó rápidamente a las perturbaciones, en particular las vinculadas a la política mundial.

Retroceso por el plan arancelario de Trump

Bitcoin cayó más de un 7% en 24 horas tras el anuncio del presidente Donald Trump de los aranceles globales. Un arancel base del 10% sobre todas las importaciones y aranceles adicionales dirigidos a países con superávit comercial como China e India desataron el pánico en los mercados financieros mundiales.

Bitcoin cayó a un mínimo intradía aproximado de 81 300 dólares el 3 de abril de 2025, brevemente negociado por debajo de los niveles clave de soporte técnico. El movimiento reflejó fuertes pérdidas en la renta variable, con el S&P 500 registrando su peor caída en un solo día desde 2020.

Otros activos de riesgo, incluidas las altcoins y las acciones criptoexpuestas como Coinbase y MicroStrategy, también cayeron bruscamente. Los mercados cripto se movieron inicialmente en tándem con las acciones, reforzando el papel de Bitcoin en ese momento como un macroactivo de beta alta.

ETF y presión inicial del mercado

El sentimiento institucional se debilitó inmediatamente después de la conmoción arancelaria. Los datos de ETF mostraron salidas de productos como ARK 21Shares y Fidelity, lo que dio a entender un menor apetito por el riesgo en los mercados financieros.

Sin un nuevo catalizador criptoespecífico, Bitcoin parecía vulnerable a la presión macroeconómica general. Sin embargo, esa dinámica empezó a cambiar en los días siguientes.

Primeros signos de desvinculación de la renta variable

El 4 de abril, Bitcoin se había estabilizado por encima de los 81.000 dólares, mientras que el Nasdaq cayó más de un 10% en la semana. El precio se mantuvo firme e incluso registró una modesta ganancia semanal, una sorprendente divergencia que reavivó los debates sobre un posible desacoplamiento en las criptomonedas.

Los analistas destacaron varias señales de apoyo. Entre ellas, el retorno de los flujos de entrada a determinados ETF de Bitcoin, el aumento de la acumulación de monederos fríos y la caída de la correlación a corto plazo con los valores tecnológicos. La narrativa empezó a cambiar: de un Bitcoin que se comportaba como un activo de riesgo a uno que mostraba los primeros rasgos de una cobertura macroeconómica.

Esto aún no confirma una desvinculación total. Dicho esto, si continúa, Bitcoin podría empezar a desempeñar un papel más parecido al del oro, ofreciendo diversificación durante las ventas masivas de acciones y atrayendo capital durante los periodos de tensión macroeconómica.

Si se mantiene, esta tendencia podría modificar la forma en que Bitcoin encaja en las carteras tradicionales: no como un sustituto apalancado de la renta variable, sino como una clase de activo independiente.

Por ahora, los inversores están muy atentos para ver si Bitcoin puede mantener esta independencia en los próximos acontecimientos económicos y políticos.

El oro a 3000 dólares durante la crisis arancelaria

El oro mantuvo su impulso en 2025. Su precio superó los 3.000 dólares en marzo por primera vez en la historia. Los precios al contado alcanzaron un máximo intradía de 3.167,57 dólares el 28 de marzo, mientras que los futuros se establecieron incluso por encima. Este fue el 18º máximo histórico del año, impulsado por la demanda de refugio seguro y las tensiones macroeconómicas.

Bitcoin vs. oro: Precio del oro 2016-2025
Tendencias del precio del oro (2016-2025): TradingEconomics

Como era de esperar, el catalizador clave fueron los anuncios de aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Estas medidas desataron el temor generalizado a una guerra comercial mundial e impulsaron los capitales hacia el oro como activo de protección. El dólar estadounidense cayó al conocerse la noticia, lo que aumentó aún más el viento de cola.

El movimiento alcista del oro se vio amplificado por la preocupación de que las restricciones comerciales aumentaran la inflación y ralentizaran el crecimiento mundial. El papel del metal precioso como activo defensivo se hizo más prominente a medida que los mercados se preparaban para nuevas interrupciones en las cadenas de suministro mundiales y la volatilidad de la política comercial.

Retroceso temporal y reacción del mercado

Los días 3 y 4 de abril de 2025, el oro experimentó un breve retroceso. Tras alcanzar su máximo histórico, los precios al contado cayeron más de un 2% antes de recuperarse parcialmente. Este movimiento estuvo vinculado a una caída más amplia del mercado, ya que los inversores vendieron posiciones rentables en oro para cubrir las demandas de márgenes en otras clases de activos. La recogida de beneficios también contribuyó a la caída.

A pesar de este retroceso, el oro al contado se mantuvo por encima de los 3.080 $ hasta el 4 de abril y se encaminó hacia su quinta subida semanal consecutiva.

Los analistas describieron el movimiento como una corrección saludable dentro de una tendencia alcista más amplia, no como un retroceso. Los niveles de soporte técnico en torno a los 3.070 $ se han mantenido hasta ahora, manteniendo vivo el potencial de rebote.

Las perspectivas a medio plazo siguen siendo constructivas

Aunque el impulso a corto plazo puede detenerse, el soporte estructural a largo plazo sigue intacto. Los analistas del mercado señalaron que cualquier tono pesimista de la Reserva Federal podría volver a acelerar el rally del oro. Históricamente, el oro tiende a beneficiarse cuando bajan los tipos de interés reales, ya que se reduce el coste de oportunidad de holding un activo sin rendimiento.

Se espera que los bancos centrales sigan aumentando sus reservas de oro a lo largo de 2025, sobre todo en los mercados emergentes que buscan diversificarse y alejarse del dólar estadounidense. Las entradas en ETF institucionales también han sido positivas, reforzando la demanda en múltiples segmentos de inversores.

➤ A 7 de abril de 2025, Deutsche Bank espera que el oro alcance una media de 3.139 dólares en 2025 y de 3.700 dólares en 2026. El banco elevó sus previsiones anteriores, citando el aumento de las tensiones geopolíticas y las crecientes expectativas de recortes de tipos de la Reserva Federal en medio de los crecientes riesgos de recesión.

Bitcoin vs. oro: Oportunidades a largo plazo

Bitcoin ofrece un atractivo especulativo e innovador, mientras que el oro ofrece una preservación del capital probada a lo largo del tiempo. Ambos presentan riesgos distintos, que van desde la volatilidad y los cambios normativos hasta las tendencias macroeconómicas cambiantes. He aquí un desglose de lo que cabe esperar de cada uno.

Bitcoin: Alto riesgo y alta rentabilidad

La tesis a largo plazo de Bitcoin se centra en el alza asimétrica y su diseño de oferta fija. Podría beneficiarse de una integración más profunda en las finanzas mundiales durante la próxima década. A principios del segundo trimestre de 2025, ya forma parte de las carteras institucionales y ha dejado de considerarse marginal.

Una pequeña asignación por parte de grandes instituciones, como fondos de pensiones y fondos soberanos, podría aumentar significativamente la demanda. Sobre todo teniendo en cuenta que la oferta de Bitcoin está limitada a 21 millones.

Mientras tanto, soluciones L2 como la Lightning Network pueden mejorar la eficiencia de las transacciones. Los vehículos de inversión regulados, incluidos los ETF, también facilitan el acceso y la tenencia del activo. En entornos de endeudamiento fiat caracterizados por una elevada deuda, políticas laxas e inflación, Bitcoin puede ganar más terreno como “oro digital.”

La utilidad de Bitcoin como depósito de valor ya es visible en países que se enfrentan a una devaluación de la moneda o a restricciones de capital. Su disponibilidad 24/7 y sin fronteras ofrece una funcionalidad única en regímenes inestables. En teoría, si se produce otra crisis monetaria importante en la próxima década, la demanda de Bitcoin podría dispararse.

La revalorización a largo plazo de Bitcoin sigue siendo una de las mayores de cualquier activo importante. Si empieza a rivalizar con la capitalización bursátil del oro o adquiere un mayor estatus de activo de reserva, el precio de Bitcoin podría multiplicarse varias veces, incluso desde los niveles actuales.

Retos y limitaciones estructurales

El bitcoin sigue siendo el activo más especulativo de cualquier cartera (por supuesto, sin contar otras criptomonedas). Su alta volatilidad significa que puede sufrir fuertes caídas de forma inesperada.

El riesgo regulatorio sigue siendo una de las mayores amenazas, quizá no tanto en Estados Unidos, bajo Trump 2.0, pero no se puede decir lo mismo de otras grandes economías como India o China.

Durante la próxima década, Bitcoin podría enfrentarse a resultados que van desde la claridad regulatoria y el apoyo hasta duras restricciones o impuestos. Las preocupaciones ambientales también plantean una amenaza a largo plazo; el uso de energía de Bitcoin se ha convertido en un objetivo político. Aunque la minería renovable está aumentando, sigue habiendo escrutinio.

A diferencia de las acciones o los bonos, su valoración depende totalmente de la demanda, las macrotendencias y el sentimiento. Históricamente, la criptomoneda de referencia ha obtenido peores resultados en entornos de tipos altos y baja liquidez. Este patrón podría reaparecer si las condiciones monetarias mundiales vuelven a endurecerse.

Si la desvinculación de la renta variable resulta duradera, el Bitcoin puede volverse menos sensible a los movimientos del mercado de valores y a la volatilidad impulsada por los tipos. Este cambio podría estabilizar los flujos y reforzar su papel como cobertura independiente, pero sólo si la convicción institucional sigue creciendo.

Por último, a medida que crece la capitalización de mercado de Bitcoin, su tendencia alcista podría enfriarse gradualmente. La volatilidad podría disminuir, lo que atraería a los holders a largo plazo, pero podría atenuar los rendimientos exorbitantes que una vez atrajeron el capital especulativo.

Oro: Cobertura estable con subidas por inflación

El principal atractivo del oro a largo plazo reside en la conservación del patrimonio. En una perspectiva a 5-10 años, el escenario alcista del oro incluye una inflación prolongada, la monetización de la deuda o el envilecimiento de la moneda fiduciaria.

Los patrones históricos así lo corroboran. Durante la década de 1970, el oro se disparó a medida que la inflación erosionaba el poder adquisitivo. Si la carga de la deuda actual obliga a una relajación monetaria o a tolerar una mayor inflación, el oro podría prosperar de nuevo.

Bitcoin vs. oro: Precio del oro en la década de 1970
Precio del oro en la década de 1970 (datos de la Asociación Nacional de Minería)

Las compras de los bancos centrales siguen siendo un fuerte motor. Países como China, Rusia y otros están desplazando sus reservas del dólar estadounidense al oro. Esta tendencia podría continuar hasta la década de 2020, lo que garantizaría una demanda constante.

La demanda cultural de oro en Asia, especialmente en India y China, ofrece apoyo a largo plazo. El aumento de los ingresos en estas regiones suele impulsar la compra de joyas y la inversión. El oro sigue siendo un diversificador probado. Su correlación baja o negativa con la renta variable lo hace útil para cubrir los riesgos de cola o las caídas del mercado.

El auge de los ETF y las cuentas digitales de oro también ha ampliado el acceso. Los inversores más jóvenes pueden ahora añadir asignaciones de oro con facilidad. En entornos políticamente inciertos -tensiones comerciales o conflictos militares-, el oro tiende a atraer capitales como activo defensivo.

Si los tipos de interés se mantienen bajos, que el oro no genere rendimientos se convierte en una desventaja menor. Si se producen perturbaciones económicas, el oro podría continuar su tendencia alcista. Puede ofrecer rendimientos respetables ajustados a la inflación y estabilidad de capital cuando otros activos fracasan.

Riesgos y limitaciones de la exposición al oro

A pesar de su reputación, el oro no está exento de riesgos. Cuando los tipos de interés suben, o cuando el crecimiento es fuerte y la inflación baja, el oro tiende a obtener peores resultados. Durante las décadas de 1980 y 1990, se estancó cuando los bancos centrales lograron controlar la inflación y los activos que devengan intereses se volvieron más atractivos.

Ese patrón podría repetirse si la economía mundial experimenta un crecimiento estable y los rendimientos reales vuelven a subir. El oro también carece de rentabilidad, lo que lo hace menos atractivo en entornos de tipos altos. Aunque es menos volátil que el Bitcoin, puede sufrir fuertes caídas.

Un ejemplo sería el periodo entre 2011 y 2015, cuando cayó casi un 40%. Teniendo en cuenta este tipo de sucesos, los inversores deben estar dispuestos a aguantar durante largos periodos sin cambios, ya que los beneficios pueden no llegar rápidamente.

Aunque es poco frecuente, los gobiernos han prohibido en ocasiones la propiedad privada de oro, como la Orden Ejecutiva 6102 de 1933 del Presidente Roosevelt.

Por otra parte, aunque el oro no se enfrenta a las perturbaciones que sufre el Bitcoin, es posible que las generaciones más jóvenes elijan cada vez más las criptomonedas para su asignación de “cobertura”. Si los activos digitales captan la imaginación de los inversores, el oro podría perder parte de su cuota de mercado en los debates sobre los depósitos de valor.

Por último, el perfil de rentabilidad del oro es modesto. Históricamente, su rentabilidad real ronda el 0-2% anual. No genera ingresos y rara vez supera la rentabilidad de la renta variable a largo plazo. Debería considerar el oro como un seguro de cartera: útil cuando otros activos atraviesan dificultades, pero probablemente rezagado en los mercados alcistas.

Respuestas a las condiciones del mercado

Bitcoin y el oro suelen reaccionar a las tendencias macroeconómicas de forma sorprendentemente similar, especialmente en relación con la liquidez, el riesgo y los flujos institucionales.

Condiciones monetarias

  • Tanto el Bitcoin como el oro responden a las políticas de los bancos centrales. Las condiciones monetarias laxas a menudo apoyan sus movimientos al alza.
  • La subida de los tipos de interés puede reducir su atractivo. Los altos rendimientos reales y un dólar fuerte tienden a desencadenar salidas de ambos.
  • La liquidez favorece el potencial alcista. El aumento de la liquidez suele canalizar capitales hacia estos activos.

Flujos institucionales

  • El bitcoin ya forma parte de las estrategias institucionales. Se une al oro en carteras diversificadas centradas en la cobertura de la inflación o la exposición macroeconómica.
  • El acceso a los ETF permite los flujos entre activos. El capital entra y sale de Bitcoin y del oro a través de plataformas de inversión similares.
  • El reequilibrio afecta a ambos. Los cambios en las perspectivas macroeconómicas o en las expectativas de inflación suelen dar lugar a reasignaciones entre estos dos activos.

Comportamiento de depósito de valor

  • La escasez es la base de ambos. El bitcoin tiene un límite duro, y la oferta de oro está limitada por la extracción y el coste.
  • La preocupación por la inflación impulsa los flujos. Los inversores suelen recurrir al Bitcoin y al oro cuando el valor fiduciario se debilita.
  • Ambos se benefician de la devaluación de la moneda. Las políticas monetarias y fiscales expansivas tienden a aumentar la demanda de estos activos duros.

Bitcoin vs. oro: ¿Cuál se adapta mejor a tu cartera?

Tanto el bitcoin como el oro ofrecen ventajas únicas en mercados inciertos, pero ninguno de los dos es una solución única. El bitcoin aporta innovación y potencial alcista, mientras que el oro ofrece siglos de estabilidad. Ambos responden a tendencias macroeconómicas, pero a menudo se comportan de forma diferente bajo presión.

Un enfoque equilibrado (idealmente basado en la comprensión de sus objetivos, tolerancia al riesgo y condiciones de mercado) es más importante que elegir un bando. Quizá la forma ideal de hacerlo para la mayoría de la gente sea ver el Bitcoin y el oro como alternativas complementarias en lugar de competidoras.

Descargo de responsabilidad: Este artículo tiene únicamente fines informativos y no debe considerarse un consejo de inversión. Haga siempre su propia investigación (DYOR).

Preguntas frecuentes

¿Es Bitcoin una mejor cobertura contra la inflación que el oro?

¿Pueden Bitcoin y el oro formar parte de la misma cartera?

¿Por qué el Bitcoin reacciona a las decisiones políticas de EE.UU. como los aranceles o los cambios en los tipos de interés?

¿Qué hace del oro un activo refugio?

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Fran es administrativo, docente, artista digital y escritor. Desde 2017, se dedica a generar y compartir contenido relacionado con el empoderamiento personal, económico y social a través de la tecnología blockchain y las criptomonedas.
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