Al paso de la exponencial evolución del minado de criptomonedas en Argentina, ahora es una empresa estatal la que busca trabajar en la materia. La generadora eléctrica YPF Luz desarrolló en Vaca Muerta un proyecto piloto de generación eléctrica a partir del gas residual o de venteo (flare) de la producción de hidrocarburos.
El objetivo es abastecer el minado de criptomonedas que desde la misma formación realiza un cliente internacional. El desarrollo de esa primera experiencia comenzó hace 3 meses en el área Loma Campana, el bloque icónico y fundacional del aprovechamiento de los recursos no convencionales en Vaca Muerta.
Se trata de recursos que explotan para la producción de petróleo las empresas YPF y la estadounidense Chevrón. Martín Mandarano, CEO de YPF Luz, explicó el objetivo a la agencia de noticias Télam.
“Este primer piloto que ya está funcionando opera con 1 Mw de generación y en simultáneo se está desarrollando un segundo proyecto para entrar en funcionamiento antes de fin de año. En el segundo caso trabaja con unos 8 Mw, en el área Bajo del Toro que también pertenece a YPF”.
De acuerdo a los promotores del proyecto, se comenzó a desarrollar este piloto de generación para minado de criptomonedas con una visión de sustentabilidad y de negocio a partir del gas natural de flare. Un recurso que no se puede aprovechar cuando se está haciendo la exploración y al principio de la producción de un yacimiento de petróleo.
Primeros pasos del proyecto
Lo que se está desarrollando marcha sobre una etapa inicial de un desarrollo hidrocarburífero. Durante el mismo, el petróleo viene asociado con gas natural, el cual no cuenta con las facilidades para capturarlo y llevarlo a un gasoducto. Por esa razón no se lo puede aprovechar con el obvio impacto ambiental que eso tiene.
Teniendo en cuenta este panorama, YPF Luz advirtió la posibilidad de convertir en valor agregado ese desecho. Se puede conseguir con un aprovechamiento para la generación de energía eléctrica mediante la instalación de motogeneradores al pie del yacimiento.
Esos clientes se instalan en el desierto de Vaca Muerta con equipos informáticos montados en contenedores y de alta demanda eléctrica. En proximidad de los generadores y de los pozos de producción de hidrocarburos, para lo cual se firman contratos de provisión.
“Ellos hacen el minado de criptomonedas y nos pagan la energía que les vendemos. A veces el valor va atado al precio del blockchain o a veces a precio fijo para su procesamiento de datos global. Una vez completado el pozo y ya en producción de petróleo y gas, los equipos de generación y de minado se retirarán hacia otro pozo en inicio de desarrollo. Afortunadamente se trata de equipos modulares y de fácil transporte”.
Los mentores de la iniciativa entienden que están haciendo algo atípico porque es llevar la demanda a donde está la oferta. En este caso sería en Vaca Muerta, cuando normalmente la oferta está en otro lado a cientos o miles de kilómetros para lo cual se requiere construir transmisión, que es justamente uno de los problemas de infraestructura.
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