El fundador de FTX, Sam Bankman-Fried (SBF), ha intensificado los esfuerzos para revocar su condena por fraude respondiendo a la desestimación de su apelación por parte del gobierno de Estados Unidos.
Su equipo legal argumenta que el juicio fue defectuoso debido a la supresión de pruebas, y que merece otra oportunidad bajo un juez diferente.
SBF argumenta que los clientes de FTX no perdieron nada
En un documento judicial del 31 de enero, Bankman-Fried insistió en que su juicio fue injusto, alegando que el sesgo judicial influyó en el resultado. Los abogados de SBF afirman en el documento que los clientes de FTX no experimentaron pérdidas financieras. Enfatizan que los acreedores recuperarán más de sus pérdidas iniciales, señalando las inversiones de FTX en empresas como Anthropic, Solana y Mysten Labs.
Su apelación destacó cómo una inversión temprana en Anthropic está ayudando a los acreedores de FTX a recuperar fondos. Bankman-Fried compró una participación sustancial en la empresa de IA por aproximadamente 500 millones de dólares. Desde entonces, el valor de la empresa ha crecido a 60 mil millones de dólares, aumentando significativamente el valor de su inversión.
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Su defensa presentó esto como prueba de sus decisiones financieras acertadas, afirmando que las inversiones podrían haber restaurado eventualmente la solvencia de FTX:
“Consideren Anthropic. Bankman-Fried invirtió temprano en Anthropic, comprando una participación sustancial por aproximadamente 500 millones de dólares. La empresa ahora vale 60 mil millones de dólares, obteniendo un retorno múltiple. Su inversión fue brillante,” declararon sus abogados .
Otro aspecto clave de su apelación es la afirmación de que el tribunal suprimió pruebas cruciales. Él sostiene que formó las políticas de FTX basándose en el asesoramiento legal. Sin embargo, el tribunal le impidió presentar pruebas de que los abogados habían aprobado sus decisiones.
Su equipo legal también acusa a Sullivan & Cromwell (S&C), los representantes legales de FTX, de conflictos de interés. Afirman que S&C estuvo profundamente involucrado en las operaciones de FTX antes de su colapso, pero solo clasificó la mezcla de activos como un delito después de la caída del exchange.
La apelación además alega que el bufete de abogados contactó a los fiscales sin informar a Bankman-Fried, preparando efectivamente el escenario para su acusación:
“En lugar de recusarse, S&C de repente afirmó que esta mezcla de activos era un delito después de la corrida de depósitos de noviembre de 2022. S&C luego contactó afirmativamente a los fiscales sin notificar a Bankman-Fried, su entonces cliente, para invitar a esta acusación,” argumentaron los abogados.
Las acciones legales de SBF
Además, el equipo legal de SBF disputa la decisión del tribunal que le ordena devolver más de 11 mil millones de dólares, calificando el fallo de “ilegal” e “indefendible”. Argumentan que ya ha entregado todos sus activos y no puede cumplir con las sanciones financieras impuestas:
“No hay ninguna posibilidad de que Bankman-Fried, quien ya entregó todos sus activos, pueda devolver 11.020.000.000 dólares, o algo cercano,” escribieron sus abogados.
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La última apelación de Sam Bankman-Fried se produce en medio de especulaciones de que sus padres están explorando formas de asegurar un indulto presidencial. Mientras tanto, los acreedores de FTX continúan esperando los reembolsos mientras el proceso de bancarrota sigue su curso.
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