Según el índice de Bloomberg, el peso uruguayo se apreció de forma consistente este año, al punto que superó al real como la moneda de mejor desempeño en América del Sur.
El dólar retrocedió hasta un 12,4% en lo que va de 2022, tras haber empezado el año en 44,61 pesos uruguayos, para estar ahora apenas por encima de los 39 pesos uruguayos (el martes cerró 39,074).
Después de rezagarse frente a sus pares la mayor parte del año, el peso uruguayo repuntó desde que el Banco Central del país señaló, el 17 de mayo, que planea elevar su tasa de referencia al menos 100 puntos básicos. Así llegaría a 10,25% a mediados de agosto, en medio de una inflación alta.
Según la medición de mayo, el alza interanual del Índice de Precios del Consumo fue de 9,37%, con una pauta para al año establecida entre el 3 y el 7%.
De esta manera, la moneda del país es la de mejor desempeño en Sudamérica en lo que va de 2022. Detrás aparecen el real brasilero, el sol peruano y el peso colombiano que tienen saldo positivo en el año. Más rezagados figuran el peso chileno y el argentino, ambos con depreciaciones.
El rol del agro en el repunte del peso
La divisa uruguaya está recibiendo un impulso por el auge de las exportaciones de productos básicos agrícolas como la pulpa de madera, la soja y la carne de res en medio de un aumento del precio de los commodities a causa de la guerra en Ucrania.
Sebastián Pérez, asesor económico de la Cámara de Industrias (CIU), trazó una diferencia entre sectores al ser entrevistado por el diario El País.
“En términos generales, la agroindustria tiene un comportamiento de precios de exportación mucho más favorable que el resto de los sectores industriales, como los químicos, autopartes, farmacéuticos, vehículos. Estos son los que más sufren la baja del tipo de cambio”.
La caída del precio precoz es sobre todo al sector exportador, dado que pierden competitividad en algunos mercados. El turismo es otro de los sectores que padece la caída de la divisa en Uruguay, sobre todo por qué no llegó a recuperarse completamente del enorme peso de la pandemia de coronavirus.
Por otro parte, el comercio importador es uno de los sectores que se ve beneficiado por la caída del dólar en el país hermano, dado que paga sus productos a un costo más bajo. Además, la situación cambiaria actual beneficia principalmente a los asalariados que tiene una oportunidad para adquirir bienes servicios o bienes durables.
El posible aumento de las tasas de interés en Uruguay con el propósito de bajar la inflación podría atraer inversiones y hacer aumentar el ahorro en la moneda de esa país por lo que podría hacer bajar más el dólar.
Proyección inflacionaria
El Poder Ejecutivo ubicó el Índice de Precios al Consumo en 8,5% para finales de 2022, cuando los agentes del mercado esperan 8,6% en la última encuesta del Banco Central de Uruguay (BCU). En tanto, el equipo económico proyecta el cierre de 2023 con un IPC en 6,7% y en 2024 lo ubicó en 5,8%. El rango meta del gobierno estará desde setiembre entre 3% y 6%.
Desde el gobierno uruguayo dejaron saber que las metas fiscales no se deteriorarían pese al aumento del gasto. Se espera cerrar 2022 con un déficit fiscal efectivo de 2,9% del PIB. La previsión anterior era de un cierre de año con un déficit de 3,1% del PIB. Para el año 2023, se proyecta un déficit fiscal de 2,6% del PIB y de 2,2% para 2024.
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