Es posible que Suecia pronto se una a la carrera global para asegurar activos digitales, después de que una moción parlamentaria propusiera crear una reserva nacional de Bitcoin. El plan, introducido el 1 de octubre, presenta a Bitcoin como una salvaguarda contra la inflación y una herramienta para la resiliencia financiera en tiempos inciertos.
La iniciativa llega mientras las naciones nórdicas buscan formas de proteger sus economías de la turbulencia geopolítica y la volatilidad de las divisas. Con las reservas de oro ya en su lugar, el parlamento de Suecia está considerando si Bitcoin podría servir como un contraparte moderno, ofreciendo independencia de las políticas monetarias extranjeras.
SponsoredLegisladores suecos impulsan audaz plan de Reserva Bitcoin
La moción, encabezada por los miembros de los Demócratas de Suecia Dennis Dioukarev y David Perez, insta al gobierno a tratar a Bitcoin no como un experimento, sino como un componente central de las reservas nacionales.
Llama explícitamente a establecer un marco para definir qué autoridad—probablemente el Riksbank (el banco central de Suecia) o el Ministerio de Finanzas—supervisaría los activos.
“Estamos entrando en una era donde depender únicamente del oro y las divisas extranjeras es insuficiente”, dijo Dioukarev.
Perez enfatizó que el suministro fijo de Bitcoin y su liquidez sin fronteras lo convierten en “una salvaguarda incomparable de la soberanía cuando la confianza global en las monedas fiduciarias está erosionándose.”
Los legisladores señalan la larga tradición de conservadurismo financiero de Suecia como tanto una fortaleza como un riesgo, argumentando que la demora podría dejar al país rezagado respecto a sus vecinos.
Finlandia ya gestiona Bitcoin de incautaciones policiales, mientras que Noruega ha introducido estrategias de activos digitales a través de sus mecanismos de riqueza soberana.
SponsoredLos partidarios enmarcan la iniciativa como más que una cobertura financiera. Argumentan que es una necesidad geopolítica, posicionando a Suecia como una nación visionaria en un momento en que la UE, EE.UU. y las economías emergentes están definiendo políticas de reservas digitales.
La carrera global se intensifica mientras Suecia pone la mira en las reservas de criptomonedas
Los analistas señalan que si Suecia agrega Bitcoin a sus reservas, la decisión podría repercutir en toda Europa, alentando a más gobiernos a revisar su postura sobre los activos digitales. Advierten, sin embargo, que la volatilidad y la regulación poco clara siguen siendo obstáculos.
Otros gobiernos ya están avanzando. En Estados Unidos, la administración ha avanzado para crear una Reserva Estratégica de Bitcoin federal, utilizando activos incautados como un componente central de su estrategia digital nacional.
Kazajistán lanzó recientemente el Alem Crypto Fund, un vehículo respaldado por el estado que comenzó a acumular activos digitales, comenzando con BNB. En Europa del Este, la República Checa y Polonia están debatiendo activamente estrategias similares, mientras que Finlandia y el Reino Unido ya poseen Bitcoin obtenido a través de incautaciones estatales.
El debate refleja el acto de equilibrio de Suecia: abrazar la innovación financiera mientras mantiene una estricta supervisión de los exchanges y la actividad minera. Una revisión del Comité de Finanzas programada para finales de este mes determinará si la propuesta gana tracción en el parlamento.
Si se aprueba, Suecia se convertiría en el primer país nórdico en buscar formalmente una reserva de Bitcoin. Tal movimiento podría redefinir su estrategia financiera y fortalecer la posición de Bitcoin como un posible resguardo soberano en lugar de ser meramente un activo especulativo.