El valor combinado del oro y Bitcoin se está acercando a un nivel histórico en relación con la oferta monetaria M2 de Estados Unidos.
Un destacado analista de mercado sugiere ahora que el potencial al alza de usar estos activos como coberturas contra la devaluación del dólar y la inflación puede estar llegando a su límite. Jurrien Timmer, Director de Macro Global en Fidelity, compartió su análisis en X (anteriormente Twitter) el viernes.
¿Qué significa este hito para Bitcoin y el oro?
Debido a su suministro limitado, el oro y Bitcoin son ampliamente considerados como coberturas contra la inflación de primera categoría. Los datos de CoinGecko muestran que ambos activos han tenido un fuerte rally este año: el oro ha subido un 54.83%, mientras que Bitcoin ha ganado un 12.98%.
SponsoredSin embargo, Timmer argumenta que este rally puede estar acercándose a su techo. Él hace una comparación entre las condiciones actuales del mercado y las vistas durante el pico de alta inflación de 1980.
El análisis de Timmer agrega el valor de mercado ajustado por inflación del oro y Bitcoin, luego compara el total con la oferta monetaria M2 de Estados Unidos, una medida amplia del dinero en circulación.
Históricamente, las expansiones bruscas en M2 (inflación monetaria) han coincidido con aumentos significativos en el valor de activos duros como el oro. Según Timmer, tanto el oro como Bitcoin actúan como formas clave de “dinero fuerte”, ofreciendo protección contra la devaluación de la moneda.
El techo histórico
Timmer destaca dos momentos notables en el siglo pasado cuando la inflación hizo que el valor del oro se disparara: 1933 y 1980. Durante esos picos, el valor total de mercado del oro alcanzó el 123% y el 140% de la oferta monetaria M2 de Estados Unidos, respectivamente.
Hoy, el valor combinado del oro y Bitcoin es de aproximadamente 29 billones de dólares, equivalente al 133% de la oferta monetaria M2. Esa cifra supera el pico de 1933 y se sitúa justo por debajo del máximo de 1980. Timmer llamó a esta valoración un “punto crítico” a considerar tras el reciente rally agresivo del oro.
“Una razón para contemplar tocar la campana dorada es que si el oro es una jugada sobre el dominio fiscal de Estados Unidos, se podría argumentar que la carrera ahora está completa,” concluyó.
Esto sugiere que los rallies masivos del metal dorado y Bitcoin, impulsados en gran medida por preocupaciones sobre la expansión monetaria, pueden estar perdiendo fuerza.
Aunque ambos activos siguen siendo estructuralmente sólidos como coberturas a largo plazo, Timmer advierte que los “retornos fáciles” impulsados por los temores de inflación ya pueden haberse realizado.