El 27 de diciembre, Midas Investments anunció su cierre repentino en un blog de su CEO Iakov “Trevor” Levin. Como resultado de pérdidas significativas en 2022, la plataforma que se centró en los rendimientos de DeFi cierra sus puertas por última vez.
Levin escribe que la plataforma vio su cartera DeFi sufrir una pérdida del 20% de sus activos bajo gestión (AUM) en la primavera de 2022. Un golpe por un total de 50 millones de dólares.
La situación empeoró después del colapso de FTX y Celcius cuando los usuarios retiraron más del 60% de AUM, creando un gran déficit de activos. Con base en esos eventos y las “condiciones actuales del mercado de CeFi, hemos tomado la difícil decisión de cerrar la plataforma”, escribió.
Según la publicación del blog, Midas perdió 14 millones de dólares en el protocolo Ichi y perdió 15 millones de dólares debido a la devaluación de la posición de la cartera DeFi Alpha.
El CEO también dejó en claro que la empresa se enfocaría en un nuevo proyecto en cadena “que se alinea con nuestra visión para CeDeFi. ”CeDeFi se refiere a finanzas centralizadas y descentralizadas. Una estructura que aprovecha los beneficios de las finanzas descentralizadas pero con una toma de decisiones más centralizada en la parte superior.
La plataforma ha publicado un video de YouTube que explica su decisión.
Midas colapsa en la víspera de año nuevo
Midas Investments es solo la última víctima del año más dramático de las criptomonedas hasta la fecha. El tsunami apareció por primera vez en mayo cuando la stablecoin TerraUSD (UST) se desplomó tras una venta masiva.
La ola envolvió grandes porciones del mercado cripto, acabando con alrededor de 500 mil millones de dólares en aproximadamente dos semanas.
El aumento eliminó a algunos de los gigantes de la industria que antes eran sólidos como una roca, incluido el fondo de cobertura Three Arrows Capital, Voyager Digital y Celcius Network.
Three Arrows Capital (3AC) usó fondos prestados para hacer apuestas arriesgadas en los criptomercados, asumiendo que los precios continuarían subiendo. Uno de los acreedores de 3AC era Voyager, a quien le debía 650 millones de dólares. Cuando 3AC se derrumbó, la Voyager la siguió poco después.
El prestamista de activos digitales BlockFi y el exchange FTX colapsaron más adelante en el año.
El colapso de las criptomonedas de este año también afectó a las empresas más pequeñas de la Web 3.0 y DeFi, así como a los inversores institucionales y minoristas. Al menos 15 fondos de pensiones sufrieron pérdidas por su exposición a FTX.
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