Memecoins: ¿memeces o no? 

A bote pronto, entendamos que un memecoin es un criptoactivo inspirado en memes, sin utilidad y con el único, aparente objetivo de ser gracioso. ¿Qué es una memecoin? ¿Por qué se invierte en los memecoins? ¿Es todo un gran casino?

La Real Academia Española (RAE) define “meme” como “rasgo cultural o de conducta que se transmite por imitación de persona a persona o de generación en generación”. También lo describe como “una imagen, video o texto, por lo general distorsionado con fines caricaturescos, que se difunde principalmente a través de internet”.

Aún recuerdo presenciar el año pasado la imponente ciudad de Madrid adornada con publicidad del criptoactivo Floki Inu, “el perro número 1 del mundo cripto”. Se le podía ver sonriendo en la fachada de los Cines Callao, y también saludándote desde los flancos de los autobuses de Madrid.

Como apasionado en materia de blockchain y criptoactivos, ver Madrid invadida por una caricatura en forma de perrito inocente me produjo una mezcla de alegría e indignación.

Alegría porque el mundo de las criptomonedas iba ganando notoriedad y se producía un acercamiento evidente al mundo “mainstream”. Indignación porque, de todos los proyectos que hubiera deseado que se publicitasen, Floki Inu no era uno de ellos. Por aquel entonces, para mí, Floki Inu no era una representación seria del mundo cripto porque rechazaba todo ello que no tuviera utilidad o valor intrínseco. 

Los memecoins evolucionan de un criptoactivo sin utilidad a un proyecto más extenso

Al menos en sus orígenes, Floki Inu se concibió como una memecoin. Sin embargo, sobre el proyecto de Floki empezaron a construirse pilares que sí le podrían empezar a dar utilidad: 

• Aplicativos en finanzas descentralizadas (DeFi)
• Plataforma de NFTs
• Un proyecto educativo en materia cripto.

La línea entre un memecoin y un criptoactivo serio comenzaba a difuminarse… 

Lo mismo le sucedió al hermano mayor de Floki Inu. El rey indiscutido de los memecoins, Dogecoin, que germinó sin utilidad palpable, como una mera broma. En cambio, ahora se habla de que Dogecoin podría integrarse en Twitter como medio de pago. Además, aunque no muchos lo sepan, se está desarrollando Dogechain. Esta nueva blockchain será una capa 2 para Dogecoin que tiene como propósito crear todo un ecosistema detrás (DeFi, NFTs, gaming, dominios “.doge”, etc.). 

Por supuesto, no podemos tratar este tema sin traer a colación a PEPE. Estoy seguro que este memecoin gamberro es conocido por casi todo el mundo o ha oído hablar de él por su crecimiento exponencial en los últimos meses.

El proyecto de PEPE, tal y como se describe en su página web, no tiene asociación alguna con “Pepe the Frog” o su creador Matt Furie. Únicamente rinde tributo a un meme al que todos aman”. Asimismo, continúa aclarando:

PEPE es un memecoin con ningún valor intrínseco ni expectativa de retorno. No hay un equipo formal ni roadmap, el activo es completamente inútil y sólo con fines de entretenimiento.

Teniendo en cuenta lo dicho, invertir en memecoins puede parecer una memez. Una auténtica locura. Tirar el dinero. Jugar al casino. 

La especulación es el ingrediente principal de los memecoins

Puede que eso sea así, pero sí la realidad es que la gente, millones de personas, invierte en este tipo de activos, categorizarlos a todos ellos como ludópatas o necios, sería pecar de simplistas. Hay que intentar dar una respuesta a este fenómeno de la manera más objetiva posible, si es que esa respuesta existe. 

La primera acepción de la RAE resulta muy acertada, siendo ésta que un meme puede ser un rasgo cultural que se transmite por imitación.

Para los que estén más metidos en los canales de Discord de proyectos cripto, sabrán que éstos están en muchas ocasiones -según qué foros- plagados de GIFs, imágenes, y videos graciosos de memes, cobrando algunos memes más protagonismo y popularidad que otros. ¿Y cómo cobran más popularidad? A través de una adopción mayor por parte de la comunidad.

Por lo tanto, un primer punto del éxito de un memecoin es su viralidad (que no virulencia). ¿Y de qué depende esta viralidad? Posiblemente de lo gracioso que sea el meme en cuestión, o de la asociación o contexto que tenga para la comunidad. Un ejemplo claro, y también de mis favoritos, es el de los famosos hermanos Bogdanoff (que también tiene una memecoin denominada BOG): 

Puede resultar altruista pensar que la cotización de un memecoin está exclusivamente impulsada sobre el valor que tiene para una comunidad, pero no es así.

Ahondando en el lado oscuro de las memecoins, éstas han convertido a personas que invirtieron unos pocos euros en millonarios de la noche a la mañana. Esto ha producido que muchas personas se lancen a invertir en este tipo de activos con la misma esperanza. Entonces, aparte de la sensación de comunidad y viralidad que este tipo de activos pueden tener, también debemos factorizar una evidente especulación. 

¿Cómo saber si una memecoin tiene valor?

Claro está que muchas personas que invierten en memecoins suelen salir escaldadas. Y es que para un proyecto memecoin exitoso existen centenares o miles que fracasan y caen en el olvido. Pero, ¿eso significa que las personas que invierten en memecoins lo hacen a ciegas y les da igual uno que otro? No. 

De hecho, la cuenta de Twitter de Miles Deutscher (@milesdeutscher) explica de manera excelente y pormenorizada los indicadores que pueden ser determinantes a la hora de invertir en memecoins.

Según Deutscher, la inversión en memecoins debe considerarse como una apuesta y se sigue la teoría “Castle in the Air” del famoso economista John Maynard Keynes. En esta teoría los inversores construyen castillos de aire, y estiman una posible subida en su valor en el futuro en vez de pensar en su valor intrínseco. Según Deutscher, aunque se considere la inversión en memecoins como una apuesta y que debemos estar preparados para perder toda la inversión… hay factores que pueden inclinar la balanza a favor del inversor como, entre otros, los siguientes: 

• Calidad del meme: el meme debe ser gracioso, entretenido y fácil de entender; 
• Fuerza de la comunidad: si la comunidad para un memecoin tiene una cultura sólida y las redes sociales son activas, ello será un buen indicador; 
• Auditoría del token: existen herramientas que pueden facilitar información sobre el riesgo de rug pulls, dumping, modificación del smart contract y estafas para cada proyecto en cuestión;  
• Monitorización: estar al tanto de las métricas sociales (menciones en redes sociales, número de publicaciones, etc.) y de los indicadores económicos (crecimiento de adquisiciones, contraste entre compras y ventas, etc.); 
• Tokenomics: si bien Deutscher admite que para los memecoins esta cuestión es secundaria, no está de más que el proyecto en cuestión tenga unos tokenomics serios para ganar esa ventaja competitiva. \

¿Por qué se invierte en los memecoins?

En resumen, ¿por qué se invierte en este tipo de activos? Aparte de que te pueda hacer gracia un memecoin en concreto e invertir “por los loles”. A mi modo de ver hay otro conductor importante: la progresiva concentración de la riqueza, cada vez más acentuada. 

La sociedad se vuelve cada vez más pobre económicamente. Atrás quedaron los tiempos en que la mayoría, con su propio sueldo, podía conseguir la entrada para comprarse una casa. La inversión en acciones de empresas grandes y consolidadas, si bien más seguras que los criptoactivos, no otorgan unos retornos como antaño. Adicionalmente, no supondrán en algunos casos una diferencia notable en la situación económica de esta mayoría empobrecida. 

La respuesta por parte de la sociedad (o al menos una de ellas) se ha traducido en una tolerancia al riesgo más elevada frente a los cambios macroeconómicos sufridos en la última década. 

O puede que esté divagando y que, sencillamente, las nuevas generaciones se han vuelto más aficionadas a apostar al rojo o al negro… 😊  

Sobre el autor: Sebastián Aznárez

Abogado en una multinacional tecnológica y especializado en el asesoramiento legal y contractual en materia de tecnologías emergentes como blockchain, criptoactivos, IA y software en todas sus vertientes. En su tiempo libre, Sebastián se dedica a estudiar los proyectos de criptoactivos más novedosos en DAOs, GameFi y DeFi, especialmente en sus facetas técnicas, de fundamentals y tokenomics.

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Las opiniones publicadas en BeInCrypto no deben determinar ninguna decisión financiera de los lectores, son opiniones personales del autor.