Tras varios meses preocupante por la inflación alta y con unas expectativas preocupantes, la inflación en marzo de México se desaceleró y llegó hasta el 7.12%, una cifra por debajo de lo que varios analistas esperaban.
Los datos publicados este jueves 23 de marzo por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que la inflación general cayó de los 7.48% y estuvo por debajo del esperado 7.24%. Una muestra de que este índice está empezando a dar un respiro tras un 2022 complejo.
Además, la inflación subyacente, esa que excluye los artículos volátiles, se ubicó en 8.15%, también por debajo de lo esperado, que era 8.21%, pero aumentando en un 0.3% con respecto al mes pasado. En esta categoría, los productos que más aumentaron fueron los servicios con un 5.68% y las mercancías que se ubicaron en 10.26%.
Ahora bien, todo el mundo queda expectante de lo que decidan en Banco de México (Banxico) ante estos avances. Si bien se ha dado una desaceleración en la inflación general, esta no llega a los datos esperados por el banco.
Por esto, la subgobernadora del Banxico, Irene Espinosa, ha dicho este jueves en una entrevista que la política de aumento de tasas debe seguir ante la resistencia que ha dado la inflación subyacente.
“La inflación subyacente se resiste en caer. Está claro que las fuentes de presión inflacionaria están ahí y existe la necesidad de un esfuerzo monetario adicional”
Lo mismo opina Pamela Diaz Loubet, economista mexicana del BNP Paribas, quien, en una entrevista con Bloomberg, alerta de que no se debe cantar victoria todavía porque aún queda camino que recorrer en el apartado de la inflación subyacente.
“Los datos son buenos, pero aún no podemos cantar victoria contra la inflación porque las tendencias que más preocupaban a Banxico, relacionadas con la inflación subyacente, siguen ahí. La impresión no cambia nuestra opinión de que Banxico subirá 25 puntos básicos en su próxima decisión”.
Actualmente, la tasa de interés de México se ubica en 11% después de que Banxico haya implementado una subida agresiva de tasas, que ha hecho que durante 14 meses consecutivos, estas subieran en 700 puntos básicos, un hecho que contrastó con sus contrapartes de la región.
Ahora se espera que el banco central continúe con su aumento de tasas, todo en medio de la incertidumbre que hay en Europa y EE. UU. por la crisis bancaria que se ha dado desde hace dos semanas.
Sigue la lucha contra la inflación en México
Tras la crisis bancaria que se originó con la caída del Silicon Valley Bank y Credit Suisse la gran incertidumbre que salió al corto plazo fue cuál iba a ser la posición de los bancos centrales ante esta crisis.
Y es que se esperaba que la Reserva Federal y sus contrapartes europeos, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra, podían relajar sus políticas monetarias para evitar un mayor desangre en la economía y en los bancos.
Pero por ahora no se han dado grandes cambios. Este jueves 23 de marzo, el Banco de Inglaterra aumentó sus tasas a 4.25%, una cifra que solo se había visto en 2008 y que sorprendió a todos los analistas.
Esta subida se dio justo el día después de que la Fed aumentara en 0.25% sus tasas de interés, llevándolas al rango de los 4.75% y 5%, en lo que fue un mensaje claro del banco en su lucha contra la inflación.
Todo esto es una muestra de que dos de los bancos centrales más importantes del mundo mantienen su objetivo principal de llevar a la inflación a su mínimo, para así controlar una crisis que se desató a finales del 2021.
Mientras esto ocurre, Bitcoin y las criptomonedas han tenido movimientos un poco volátiles con alzas que han llevado a la cripto rey a los 28 mil dólares y que han reactivado a un mercado que viene de un 2022 bastante complejo.
Ahora solo queda por ver qué deparará el futuro para este mes de abril y si la crisis bancaria tiene otro capítulo que contar.
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