La Hacienda de España arrancará en abril la campaña “Renta 2021”, donde comenzará a recibir las declaraciones de impuestos, incluida la de las criptomonedas y aunque no cuenta con un reglamento especializado sobre criptodivisas, se prevé que hasta 40% de contribuyentes “se declarará insumiso”, de acuerdo con Bolsamanía.
De acuerdo con el diario Marca, la adopción masiva de criptomonedas en España obligó a la Agencia Tributaria a modificar su modelo de declaración de impuestos para integrar monedas virtuales y criptoactivos, en un apartado “genérico”.
El director de TaxScout, Jaume Suñol, refiere lo siguiente a Marca:
“La inversión en este tipo de activos sí tiene consecuencias fiscales muy definidas. A nivel nacional todavía se carece de un marco legal concreto que regule el mercado de las criptomonedas”.
Recientemente, la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), presentó un informe realizado en España donde se muestra un incremento de casi un 13% sobre la adquisición de criptomonedas, en comparación con el año anterior, sin embargo, según gran parte de los encuestados, el motivo de sus compras es para tener una inversión a largo plazo.
España endurece medidas restrictivas contra las criptomonedas
Para la firma TaxScout, la obligación de pagar impuestos llega al momento de vender las criptomonedas, no cuando se compran, es decir, las autoridades no realizan movimientos contra las criptomonedas, ya que no hay ganancia o pérdida si suben o bajan de precio.
La startup aclara los siguientes impuestos: por 6,000 euros ganados, se paga 19%, por 50,000 euros, 21%, por 200,000 euros, 23% y después de 200,000 euros, hasta 26%.
De acuerdo con Bolsamanía, no presentar declaraciones de criptomonedas en España, según su Plan Anual de Control Tributario y Aduanero, las sanciones podrían alcanzar hasta 150%, es decir, si una persona gana en criptomonedas el equivalente a 3,000 euros y no los declara, la sanción podría ascender a 900 euros.
En febrero, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, señaló que, si la banca que opera en el país admitiera las criptomonedas, se expondría a “riesgos reputacionales y patrimoniales”, con lo que reafirma la postura crítica de los reguladores hacia cualquier tipo de producto financiero que contemple activos digitales.
Pablo Herández de Cos refirió lo siguiente:
“La existencia de grandes oscilaciones en los precios de estos activos puede alterar el sentimiento de los inversores, provocando una sobrerreacción que acabe trascendiendo a otros entornos de negociación”.
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