Kristalina Georgieva dio su voto de confianza al estudio de CBDC que realizan más de 100 países y admitió que seguirá de cerca las monedas digitales en circulación en las Bahamas, Suecia y China.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, admitió que las monedas digitales impulsadas por bancos centrales (CBDC) podrían impulsar la inclusión financiera y podrían brindar un respaldo a los sistemas de pagos.
Así lo explicó la directora gerente del FMI:
“Los responsables de formular la política monetaria deberán resolver muchas preguntas abiertas, obstáculos técnicos y concesiones políticas. Si las CBDC se diseñan con prudencia, potencialmente pueden ofrecer más resiliencia, más seguridad, mayor disponibilidad y costos más bajos que las formas privadas de dinero digital, como los criptoactivos sin respaldo”.
El organismo calcula que son casi 100 países los que actualmente están estudiando lanzar sus propios CBDC, aunque apuntó que China, Suecia y las Bahamas, ya están trabajando con monedas digitales, y enfatizó que si estas se diseñan con “prudencia” podrían ofrecer resistencia, facilitar el acceso a servicios bancarios y reducirían los costos de circulación del dinero.
A principios de enero, el FMI publicó un informe que señala que los precios de las criptomonedas han comenzado a moverse más en sincronía con los mercados de valores. El informe, publicado el 11 de enero, dice que esta nueva tendencia plantea más amenazas para los mercados globales.
Más países estudian lanzar su moneda digital
Kristalina Georgieva enfatizó que las monedas digitales emitidas por bancos centrales “deberían ser más seguras” que las criptomonedas. Consideró que los países deben considerar la estabilidad financiera, privacidad y equilibrio entre los avances en el frente del diseño y de la política monetaria.
Kristalina lo explicó de la siguiente manera:
“En primer lugar, no hay una talla única para todos. Todavía es pronto para los MDBC y no sabemos muy bien hasta dónde llegarán y a qué velocidad”.
Asmismo, afirmó que hay un “factor común” entre los bancos centrales, que es minimizar el impacto de las CBDC en el sistema financiero y puntualizó que una moneda digital con un mal diseño es “menos atractiva” para los ahorros, debido a que impondrán límites en sus participaciones.
En su último informe sobre las criptomonedas, el FMI adoptó una postura claramente anti-cripto, utilizando términos como “contagio” para describir la clase de criptomonedas. Dice que “los criptoactivos ya no están al margen del sistema financiero”. También resalta que la correlación con los mercados bursátiles ha aumentado significativamente, lo que:
“Limita sus beneficios de diversificación de riesgos percibidos y aumenta el riesgo de contagio entre los mercados financieros”.
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