Durante la pandemia, tres mercados tuvieron un crecimiento desproporcional. Esto generó preocupación en el mundo financiero ante una eventual macro explosión, que llevara a una recesión en medio de un contexto inflacionario.
Las criptos, las Big Tech y el mercado inmobiliario fueron los tres causantes de este temor en los mercados, pues incluso el primero llegó a estar valorado en 3 billones de dólares. Si bien mucho del dinero que entró estaba justificado, el hype y el contexto mundial hicieron que se inflara hasta un punto peligroso.
El mercado tecnológico, por su parte, fue un caso especial. Producto de la pandemia, el mundo aceleró su proceso de digitalización, aumentando el valor de las Big Tech y haciendo que tuviesen los mejores rendimientos en los mercados.
Pero a grandes rasgos, este crecimiento en bolsa no era sostenible. La situación era preocupante y muchos temían que, de corregir, la economía sufriese grandes consecuencias. El último en esta lista es el mercado inmobiliario, que en 2008 hizo que todo saltara por los aires y que generó preocupación por lo que podía suceder con él.
Y es que, gracias a la pandemia, el mercado tuvo un crecimiento desproporcional. Los motivos de esto fueron la poca oferta y al abaratamiento de los créditos, gracias a la reducción de tasas que se hizo en la cuarentena.
Estos mercados tenían en alerta a los analistas, pues creían que era prácticamente imposible que la Reserva Federal (Fed) lograse controlarlos sin crear una crisis en la economía. Pero contra todo pronóstico, lo está haciendo.
El trabajo de la Fed
Aplicando una estrategia que consiste en aumentar agresivamente los tipos de interés, mientras se reduce a la hoja de balance a través de la maduración de bonos y otras medidas más, la Fed ha logrado frenar y desinflar las burbujas mientras combate con la inflación.
Así vemos cómo el mercado cripto ha caído hasta un tercio de lo que llegó a estar, llevándose en el camino a varios proyectos que no estaban sustentados, a otros que eran un fraude y a aquellos que malgastaron el dinero que les entró en la bonanza.
Mientras esto ocurre, el mercado inmobiliario tiene sus primeras caídas en 10 años, sin afectar en nada al resto, como sí ocurrió en 2008. Por otra parte, las Big Tech han caído, mientras que Wall Street está en alza.
El principal motivo para explicar por qué estas caídas no han causado un gran impacto en la economía es que, a diferencia del 2008, las burbujas se contuvieron sin afectar al sistema completo.
Esto ha sido una sorpresa para los analistas, principalmente porque se ha hecho mientras se suben las tasas de interés de forma agresiva. Un ejemplo es el expresidente de la Fed y actual profesor de Harvard, Jeremy Stein, quien en una entrevista a Bloomberg aseguró estár “asombrado” por el trabajo de la Fed.
“Si le hubieras dicho a cualquiera de nosotros hace un año, ‘vamos a tener un montón de alzas de 75 puntos básicos’, habrías dicho, ‘¿Estás loco? Vas a hacer estallar el sistema financiero”.
La caída cripto dolió, pero no afectó
En 2021, muchos apostaron con fuerza por las criptomonedas. El mercado cripto y NFT se llenó de grandes inversores, el dinero corría de lado a lado y el hype estaba en aumento.
Pero todo se complicó cuando el dinero dejó de llegar. Ante la inflación y las medidas drásticas de la Fed, los actores dentro del mercado redujeron su participación en activos riesgosos. Y las criptos empezaron a sentirlo.
Con el inicio de las subidas de tasas, el dinero se encareció y las deudas empezaron a llamar a la puerta. El sector cripto era uno de los más endeudados, lo que a la larga le pasó factura.
Así empezó a caer y con él fracasaron los proyectos mal manejados y los que rozaban en la estafa. Pero tal y como explica el profesor Stephen Cecchetti, debido a que la industria cripto “no estaba brindando ningún servicio al sistema financiero tradicional o a la economía real”, ella no se vio afectado en nada.
Como la economía no sintió las consecuencias, la caída cripto fue controlada. Sin embargo, bastante dinero salío del mercado y miles de personas se vieron perjudicadas. Lo mismo ha sucedido con las Big Tech y el mercado inmobiliario.
En cualquier caso, todavía no se puede dar la victoria por hecha. El mercado puede estallar de un día al otro y la inflación aún no se ha manejado, pero en la actualidad hay varios indicios de que un aterrizaje suave (el tan mencionado soft landing) podría ocurrir si es que se siguen controlando a las burbujas y la inflación.
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