Durante 2022, las economías internacionales se encontraron en momentos de incertidumbre e inestabilidad económica como resultado de diversos acontecimientos internacionales.
El panorama económico internacional se vio impactado por distintos hechos como la guerra entre Ucrania y Rusia, conflictos entre China y Usa, y la crisis energética Europea.
Muchos pensaron que el escenario económico mejoraría para el 2023, hasta que el FMI anunció de que las 3 principales economías del mundo se desaceleraron durante este año.
El 3 de enero, el Banco Central de Chile anunció que el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMACEC) habría disminuido 2.5% en noviembre de 2022, y encadenó la tercera caída consecutiva en el país.
Durante el 2021, pudimos ver cómo el escenario político y económico chileno fue objeto de controversias y debates, siguiendo las elecciones políticas y la decisión negativa a la reforma de su constitución.
Chile se ha caracterizado por ser uno de los países con una de las industrias más estables dentro de latinoamérica. Aunque parecería ser que su economía no le escapa al escenario económico internacional y a la recesión económica, la cual estaria cerca.
Chile y una economía en peligro
La caída del indicador representa uno de los mayores retrocesos económicos para el país, desde febrero del 2021. Según la información brindada por el banco, el resultado de noviembre se debe al comportamiento de la producción de bienes y el comercio, tanto el minorista como al por mayor.
Es clave destacar que en un escenario económico internacional donde se ha proyectado la desaceleración de las principales economías mundiales y una potencial recesión en puerta, no es de sorprender la situación del país andino. La industria manufacturera chilena sufrió una disminución de 6.5 puntos porcentuales y la minería habría perdido 3.2%, mientras el resto de bienes mostraron una moderada alza de siete décimas.
Asimismo, la industria del comercio presentó una fuerte caída del 8.8%, la cual se habría debido a la contracción de las ventas en supermercados, establecimientos de ropa, calzado y equipos domésticos entre otros locales.
El comercio mayorista habría disminuido en todas sus líneas, particularmente en los equipos electrodomésticos y los materiales de construcción. Ha llegado un nuevo año, pero sin duda alguna las economías internacionales aún siguen sufriendo las consecuencias económicas de los eventos que tuvieron lugar durante el 2022.
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