DigiArt ha creado una herramienta que, mediante el uso de la tecnología blockchain, ayudará a evitar la falsificación de obras de arte.
El proceso de la herramienta consiste en la vinculación de una etiqueta adherida a la obra de arte, cuyos datos se guardan en una base pública, protegiendo así la obra de arte. Joaquín Aguilar, director ejecutivo de DigitArt, afirmó que “lo que hacemos es blindar las obras de arte y, de alguna manera, también certificar la propiedad”.
Enrique García Salcines, su director técnico y profesor de Ingeniería Informática de la Universidad de Córdoba, agrega que “la labor que hemos venido desarrollando en el grupo de investigación Texpia” de la institución académica y “con el objetivo de alguna forma de hacer seguro el comercio de arte”.
DigiArt brinda una protección completa
Aguilar afirma que el arte siempre ha estado asociado al fraude, pues se estima que entre un 10 y un 40% de las obras que hay en el mundo son falsas. Por eso, lo que ofrece DigiArt “es una solución integral de protección que se basa en un concepto totalmente nuevo, que es el concepto de identidad digital de obra de arte”.
“Lo que hacemos es dotar al cuadro o la escultura, basta que tenga una superficie lisa para que el soporte de seguridad se adhiera, para crear un elemento único obra, y soporte forma una entidad única […] Eso es posible gracias a un pegamento acrílico que hace que se inviable separar la etiqueta de la obra y, si se logra, volver a pegarla sin detectar la manipulación, ya que el distintivo único para cada creación dispone de elementos que lo hacen inviolable y antifalsificación”.
El proyecto ha sido denominado Pukkart, creado por parte de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre junto a DigiArt, el cual ya puede certificar obras digitales. En el caso de la etiqueta, “tiene una serie de medidas de medidas muy similares a los de los billetes que impide que pueda ser falsificada”, además de un troquelado que permite detectar si ha sido despegada, afirma Aguilar.
¿Cómo funciona Pukkart?
El proyecto cuenta con un sistema de troquelado. Si alguien intenta retirar la etiqueta pegada al reverso de la obra, automáticamente se rompe. En el caso de buscar recomponerla, por ejemplo sobre la falsificación mediante infrarrojos o ultravioleta, se detecta el fraude y advierte el responsable técnico de la empresa, aunque no sea detectable a simple vista. Enrique García profundiza:
“Este es el primer producto de seguridad en el comercio de obras de arte, ya presentado en la Feria de Arte de Miami, pero no va a ser el único. Estamos avanzando en una plataforma de certificación de obra de arte plástico y de patrimonio histórico artístico”.
Asimismo, Joaquín Aguilar explica que la herramienta cuenta con un código QR, el cual es un elemento de conectividad que lo vincula directamente a una base de datos distribuida, en donde se incorporan todos los datos de la obra como imagen, autor y medidas.
Por último, agrega que “queremos aumentar el número de casos ya tenemos línea de investigación sobre todo a la hora de desarrollar otro tipo de soportes de seguridad y sobre todo otro tipo de soluciones muchas veces a la compraventa de obras”.
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