La deuda de Estados Unidos llega a $31 billones, un récord histórico

2022 viene siendo un año sumamente complicado en materia económica para el gobierno americano. La combinación de una inflación alta con una serie de eventos políticos y económicos, han llevado a la economía americana a estar al borde de la recesión en un momento álgido de la historia.

Pero todo esto se puede complicar con la aparición de un problema que había pasado por debajo de la mesa y que ahora está más presente que nunca: la deuda.

Tras varios años de endeudamiento y gasto público, el gobierno americano ha elevado su nivel de deuda hasta llevarla a la cifra récord de 31 millones de dólares, según lo publicado este martes 4 de octubre.

Este monto supone un récord histórico para el nivel de deuda americano que llega justamente en el peor momento fiscal para el gobierno. Y es que, tal y como señalan desde el New York Times, muchos expertos empiezan a preocuparse por la sostenibilidad de la deuda producto de las altas tasas de interés que hay actualmente.

Para entender estas alarmas, hay que entrar en contexto.

De esos polvos vienen estos lodos

Con el inicio de la pandemia sucedieron dos hechos claves que explican cómo se llegó a este problema. Primero, la Reserva Federal (Fed) llevó a las tasas de interés a 0 como medida para luchar con las consecuencias económicas de la pandemia.

Lo segundo fue que, al igual que lo hizo la Fed, el gobierno de Trump tuvo que aplicar un plan económico para responder a la pandemia. Este consistió entre otras cosas, en una serie de paquetes de rescates que tenían como objetivo aliviar todo lo que había causado la cuarentena.

Si bien estos estímulos se consideraron necesarios al principio de la crisis, para el final del 2020 ya muchos advertían que elevar agresivamente los niveles de deuda aplicando estímulos no era prudente ya que se podría llegar a un punto de crisis.

Pero estos llamados de atención no fueron escuchados y los estímulos económicos se prolongaron con la llegada de Biden a la Casa Blanca, elevando más la deuda y aumentando los llamados de atención de los expertos que advertían que la deuda podría llegar a volverse un problema con el tiempo.

Otra vez, las advertencias no fueron escuchadas y la administración Biden siguió con su agenda de estímulos y planes de inversión, agregándole hasta 5 billones de dólares a la deuda según datos del Comité para la Responsabilidad del Presupuesto Federal. Esto en un primer momento no pareció ser un gran problema para la administración Biden, hasta que la inflación llegó.

Y es que los estímulos sumados a los primeros planes de Biden, le dieron gasolina a la inflación que empezó a tomar fuerza a finales del 2021 con los problemas en la cadena de suministro, y se empeoró con el inicio de la guerra en Ucrania.

Ante esto, la Fed tuvo que aplicar una serie de medidas monetarias que llevaron a un alza en las tasas de interés que buscan controlar como a de lugar a la inflación, pero que han generado un problema adicional para la administración Biden.

Millones de dólares por pagar en intereses

Con las tasas altas, el gobierno americano ha visto un aumento considerable de los intereses que deberá pagar por la deuda que asumió. Esto, para muchos expertos, es algo que se venia previendo desde que se empezó a alertar sobre el alto endeudamiento que estaba asumiendo el gobierno.

Uno de estos expertos es Michael Peterson, CEO de Peter G. Peterson Foundation, quien explicó a el NYT que todo lo que está pasando ya era esperado por aquellos que pedían una reducción del gasto y del déficit desde finales del 2020.

“Muchas de las preocupaciones que hemos tenido sobre nuestra creciente deuda están comenzando a manifestarse a medida que aumentamos nuestra deuda y nuestras tasas de interés, demasiadas personas se mostraron complacientes con nuestra trayectoria de endeudamiento, en parte porque las tasas eran muy bajas”.

Para Peterson y su fundación, el aumento de estas tasas agregará hasta un billón de dólares en intereses por pagar a la deuda. Esto con los niveles actuales de 3 a 3.25%, pero de darse los objetivos de la Fed de elevar las tasas a cifras que van desde el 3.8 hasta el 4.6%, la deuda podría aumentar únicamente por los intereses.

Esta situación podría agregarle gasolina al fuego de la inflación y de la recesión, tal y como explicó un reporte de principios del año de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO por sus siglas en ingles).

Según este reporte, un aumento de la deuda podría llevar a que los inversores pierdan confianza en la capacidad del gobierno en cumplir sus compromisos de pago, lo que llevaría a un aumento de las tasas de interés y de la inflación.

Esto golpearía duramente al gobierno de Biden. Primero porque perjudicaría a su plan de reducir el déficit para la próxima década, segundo porque limitaría su capacidad de acción política al reducir la posibilidad de aplicar estímulos y paquetes de ayuda en un momento complejo para la economía.

Aún así, desde la administración Biden se mantiene el optimismo. Tal y como reportan desde el NYT, todo estaría yendo según los planes y estimaciones que el gobierno habría previsto, por lo que seguirán recordando sus logros en materia fiscal como lo hizo Biden recientemente ante el Comité Nacional Demócrata en el que recordó que se redujo “el déficit 350 mil millones de dólares el primer año y casi $1.5 billones este año”.

Ahora bien, parte de esta reducción se debe a que Biden no ha aplicado otro paquete de estimulo desde principios del 2021 y a otros factores claves, por lo que la preocupación sigue presente.

A falta de un mes para las elecciones de medio termino, Biden se encuentra con otro gran problema. Se verá si después de las elecciones empieza a cambiar el panorama fiscal para el gobierno del presidente demócrata.