El sector de la venta de entradas lleva años sumido en el caos. Los mercados secundarios, los revendedores, las entradas falsas y demás han provocado una gran desconfianza entre los consumidores y la incertidumbre de los promotores. Pero las nuevas tecnologías están cambiando el juego.
Nos encontramos en un momento histórico para el sector de las entradas electrónicas que va a cambiar el funcionamiento del sistema para mejor, tanto para los vendedores como para los compradores de entradas. Todo gracias a DeFi, la financiación descentralizada, que ofrece una experiencia de venta de entradas a los aficionados enormemente mejorada; da a los aficionados el control de sus datos personales y garantiza la transferencia segura de las entradas, al tiempo que permite a la dirección del espectáculo la capacidad de saber quién y cuándo entra un aficionado en el recinto.
Los pioneros de Web3 entienden que el futuro de la venta de entradas tiene que ver con la comunidad y la forma de construir una comunidad es a través de un monedero. Para llegar al monedero se necesita una NFT y esencialmente una NFT es un billete pero con más agilidad y más utilidad. Lo que esto significa es que, a día de hoy, no hay un caso de uso mejor para las NFT que la venta de entradas tradicional.
Blockchain como tecnología apropiada para el sector de entretenimiento
Blockchain ofrece la transparencia necesaria para arreglar el actual sistema roto. Aunque el ritmo de adopción ha sido lento, ahora está cobrando fuerza con servicios de venta de entradas basados en Blockchain, como XTIXS, en asociación con GET Protocol, que ofrecen este servicio proponiendo un evento a un grupo de liquidez preestablecido. Ellos evalúan el riesgo y determinan a qué categoría pertenece el riesgo. A cada categoría se le asigna una rentabilidad predeterminada. Una vez alcanzado el total, se paga al artista y el evento sale a la venta.
Después de financiar cada evento, el prestatario recibe un NFT de reputación y una puntuación. Este NFT es básicamente una “insignia de puntuación de crédito”, un NFT que atestigua el comportamiento del prestatario. Se emite al iniciar el préstamo y se marca a medida que el bono vence. Cuando se reembolsa el bono, se marca en el NFT, y si se incumple el bono, también se marca. Ambas marcas son inmutables. Dado que nadie puede destruir o transferir la “nota de reputación NFT”, las pruebas de los préstamos impagados tampoco pueden borrarse, por lo que se trata de un sistema seguro y fiable que permite que el sistema florezca y funcione, incentivando a todas las partes interesadas clave para que el evento sea un éxito, lo que a su vez aporta más poder a la comunidad y confianza a esta nueva frontera de los eventos de financiación.
Dar a los aficionados el control sobre sus datos y la seguridad de las entradas es una forma segura de garantizar que el dinero que pagan va directamente al recinto y, en última instancia, al artista, club o equipo. Estas nuevas tecnologías están creando nuevos escenarios en los que todos ganan, que antes no eran posibles en este campo y que no harán más que mejorar y agilizarse en los próximos cinco años.
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