Gracias a la tecnología de cadena de bloques de vanguardia Bitcoin se puede considerar una auténtica innovación del siglo XXI. Del mismo modo, Bitcoin ha sido descrito como una forma innegable de riqueza con un libro de registros irrefutable.
Sin embargo, por más moderno que sea, la criptomoneda se puede robar usando los mismos viejos trucos que han estado vaciando las cuentas y carteras de las personas durante años: malware combinado con estupidez humana.
Robar Bitcoin a través de Telegram
A medida que empieza el último trimestre de 2019, los precios de Bitcoin han experimentado un fuerte colapso frente al dólar. Pero este no es el final de los problemas de los usuarios. Los investigadores de seguridad cibernética en Juniper Threat Labs, un portal de investigación y consultoría en seguridad cibernética, han detectado un nuevo troyano que se distribuye a través de Telegram. Esta es, probablemente, la aplicación de mensajería más utilizada entre los usuarios de criptomonedas. El troyano recientemente detectado se conoce coloquialmente como Masad Clipper y Stealer, o simplemente como Masad Stealer. Funciona al implantarse en el sistema de destino haciéndose pasar por un software legítimo o un complemento requerido para ejecutar algunos elementos básicos. Una vez instalado con éxito, el malware procede a robar datos confidenciales y detalles de seguridad de la máquina de la víctima. Luego transmite estos datos al atacante. El troyano puede unirse al portapapeles del sistema. A partir de ahí, busca datos que coincidan con la clave privada o los formatos de frase mnemónica de las carteras, o billeteras, de bitcoin y la transmite a un servidor remoto. Los troyanos que se distribuyen a través de plataformas de mensajería no son nuevos. De hecho, aunque el nuevo malware se está distribuyendo a través de Telegram, históricamente se han distribuido amenazas similares a través de ICQ, una de las plataformas de mensajería más antiguas que aún se encuentra en funcionamiento. Los usuarios incautos, generalmente niños o personas con menos inclinación técnica, abrirán y ejecutarán este malware distribuido.Los novatos son los que están en el punto de mira
Se supone que los usuarios de Bitcoin son expertos en tecnología. Uno esperaría que sepan cómo navegar de manera segura en Internet y tengan en mente todas las complejidades que esta actividad requiere para no acabar infectados con un vulgar malware. Por lo que podría ser, simplemente, que los que son más comúnmente afectados por este tipo de exploits son inversores minoristas que no tienen una amplia experiencia con las criptomonedas, lo que los convierte en objetivos fáciles. Sin embargo, para los hackers, el negocio está en auge. Grupos dedicados de Telegram con cientos de usuarios se han extendido para distribuir estos paquetes de malware con Masad Stealer. Su precio es de alrededor de $85. Según Forbes, también se dice que es posible obtener cierta apariencia de atención al cliente para cualquiera que esté dispuesto a comprar estos hack-bot. Una hazaña que incluso los principales desarrolladores de Bitcoin aún no han podido lograr. ¿Conoces a alguien que haya sido afectado por el troyano Masad Stealer? ¿Cómo se pueden evitar amenazas de este tipo en Internet? Compártenos tus respuestas en los comentarios a continuación.Imágenes cortesía de Shutterstock.
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Daniel Phillips
Después de obtener una Licienciatura en Medicina Regenerativa, Daniel giró hacia el campo de la tecnología blockchain, donde comenzó a absorber todo lo que podía sobre el tema. Daniel ha sido un entusiasta de Bitcoin desde antes de que fuera popular, y sigue siéndolo a pesar de cualquier evidencia de lo contrario. Hoy en día, Daniel trabaja en el espacio de blockchain a tiempo completo, tanto como redactor como en blockchain marketing.
Después de obtener una Licienciatura en Medicina Regenerativa, Daniel giró hacia el campo de la tecnología blockchain, donde comenzó a absorber todo lo que podía sobre el tema. Daniel ha sido un entusiasta de Bitcoin desde antes de que fuera popular, y sigue siéndolo a pesar de cualquier evidencia de lo contrario. Hoy en día, Daniel trabaja en el espacio de blockchain a tiempo completo, tanto como redactor como en blockchain marketing.
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