La pregunta más repetida recientemente en el mundo financiero ya no es si habrá recesión, sino cuándo habrá recesión. Los malos índices económicos, la guerra en Ucrania y las predicciones han generado un clima de incertidumbre en el mundo financiero con respecto al tema. Pero si hay un sector que ya está mostrando signos de que la recesión ya llegó es en el de los consumidores.
Recientemente se supo de dos encuestas, una de la Universidad de Michigan y otra del New York Times, que demostraban que el sentimiento de los consumidores era negativo con respecto a la economía.
Por ejemplo, en la encuesta hecha por el NYT, un 50% de los consultados aseguran que ya hay recesión en Estados Unidos, mientras que un 52% considera que sus finanzas personales han empeorado en el último año.
A estas encuestas hay que agregarle varios factores que están mostrando signos preocupantes, uno de estos es el misery index, un índice que muestra el sentimiento de los consumidores ante la amenaza del desempleo y del aumento del costo de la vida.
Según Bloomberg, este índice se está tocando niveles sumamente altos con un 12.2% en Estados Unidos, el segundo más alto desde la pandemia. Y un 14.2 y 12.8 en Europa y Reino Unido respectivamente, dos datos que no se veían desde el 2012.
Esto demuestra que los consumidores ya empiezan a preocuparse por la situación de la economía global y tienen motivos para ello.
Para comenzar, la inflación no se ha detenido en todo el 2022 y las previsiones de una recesión han crecido. De hecho, se estima que las medidas para combatir la inflación aplicadas por los bancos centrales podrían aumentar los problemas de la gente, encareciendo los créditos y deudas que ya tenían, y aumentando el costo de sus vidas.
Si a esto se le suma la posibilidad de una estanflación, o lo que es lo mismo, un periodo con inflación y poco o nada de crecimiento, el coctel explosivo es impresionante.
Esto es lo que ha llevado a distintas compañías a aumentar sus pronósticos de una recesión. Por ejemplo, Bloomberg ya aumentó sus probabilidades de recesión a 38%, mientras que Goldman Sachs las estima a 30%.
Lo mismo sucede con la OCDE, que redujo los índices de crecimiento anual del 4.5% al 3% para este 2022. Una muestra de que ya los países empiezan a ver que sus economías están sobrecalentándose.
Otra muestra de cómo van las cosas es el mercado inmobiliario. En un reciente trabajo de BeInCrypto se demostró que en Reino Unido los ingresos por el alquiler han caído estrepitosamente en el último año con un descenso de 900 a 150 libras en cuestión de 6 meses.
Y es que el mundo ha entrado en una etapa compleja. Por un lado, hay una crisis con los precios de la energía que dificulta los esfuerzos para controlar la inflación. Por el otro, hay un estancamiento en la cadena de suministros que encarece los precios. Y en todo esto, unas medidas que no terminan de ayudar, sino que han ido echando leña al fuego.
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