La población española sigue arrastrando un problema crónico que ningún político parece querer abordar, el sistema de pensiones actual está podrido debido al ratio bajo de natalidad persistente y al crecimiento de pensionistas que demandan una mayor pensión.
La negociación de la primera parte de la reforma de las pensiones públicas ha culminado en España, aunque se ha dejado los temas más conflictivos para la segunda ronda de negociación, el cual será tratado posiblemente en el 2022.
Uno de los aspectos que puede afectar a las siguientes generaciones es la ampliación de los años cotizados para el cálculo de la pensión, este puede afectar en gran medida las futuras pensiones de la plantilla de los trabajadores en España.
Actualmente, el cálculo para las pensiones se basa en los últimos 25 años cotizados y no en el total de lo cotizado por el trabajador en su vida profesional. Durante este año ha existido diversas filtraciones que apuntan a que podría haber un cambio en el cómputo total de años cotizados, siendo usado la actividad laboral de los últimos 35 años en vez de los 25. Según diversos cálculos, esto afectaría en una rebaja del 10% en la pensión de los autónomos y en un 8,6% de los asalariados.
El cambio del sistema de pensiones es inevitable
Este tipo de cambios vienen dado por el Pacto de Toledo que se realizó entre los políticos españoles, que busca aumentar la contributividad del sistema de pensiones como también por fuerzas externas europeas que reclaman una reforma para obtener una mayor contribuición como condición de proporcionar la necesitada liquidez a España.
El actual sistema de pensiones en España es insostenible debido a una cúmulo de condiciones que viene dándose desde hace años que va formando la tormenta perfecta a punto de estallar:
- Natalidad muy baja: La tasa de natalidad en España (número de nacimientos por cada mil habitantes en un año) fue en 2020 del 7,15‰, una tasa de natalidad muy baja, y el índice de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) de 1,18, lo que supone que no se pueda garantizar una pirámide de población estable.
- Población envejecida muy extensa: La población envejecida es una de las mayores del mundo, registrando en el 2020 un nuevo máximo histórico en su índice de envejecimiento al alcanzar un 125,79 % según el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo cual supone que ya hay 125 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
- Esperanza de vida más alto del mundo: España es el líder mundial en la esperanza de vida, lo cual es un dato positivo para sus ciudadanos pero en términos económicos lastra el sistema de pensiones al tener que abordar a los pensionistas durante una etapa más larga.
- Contribución baja debido a las crisis modernas: La crisis del 2008 y la actual debido al Covid-19 ha rebajado considerablemente los ratios de contribución de las nuevas generaciones del mercado laboral español.
Ante este problema tan obvio los políticos esquivan el tema y parecen no querer ni mencionarlo al tener miedo de perder votos, creando así un círculo vicioso que culmina en el retraso del tema.
Varios expertos exclaman que la subida de la computación total de años de contribución es inevitable, sin embargo se recomiendan realizarlo de manera progresiva. Debido a esto, para que el contribuyente tendrá que acostumbrarse a anuncios frecuentes que le puedan afectar personalmente. Lo ideal es que el periodo de cómputo llegue a cubrir toda la carrera laboral.
Los valores refugio como el oro, plata y Bitcoin en el punto de mira
Analizando la creciente deuda de todos los países, la impresión desmedida de capital y la dependencia en la creación de nuevos créditos para que el sistema siga rodando han creado una búsqueda entre los ciudadanos de valores refugio ante una posible inflación global. El resultado directo es el empobrecimiento de la población al tener menos poder adquisitivo debido al debilitamiento de su divisa nacional, como en el caso de Argentina.
Muchos inversores de alto reconocimiento como Ray Dalio o Paul Tudor Jones han especificado que “Bitcoin es el mejor trade de inflación” debido que la oferta existente ya está estipulado y no puede ser alterado por ningún gobierno o persona.
Normalmente, el oro es el activo que ha representado este tipo de inversión, pero ahora Bitcoin parece estar haciendo mella entre las nuevas generaciones que prefieren BTC antes que el oro, como concluyó JPMorgan. Los millennials son los mayores compradores de Bitcoin y en la actualidad se están colocando en el grueso del mercado consumidor. La desconfianza hacia una pensión digna en combinación con noticias de claras reducciones futuras está creando un nuevo movimiento que busca una salida o un futuro mas digno, en este caso Bitcoin podría ser su solución.
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