El panorama financiero estadounidense podría estar en vísperas de un giro histórico. Una reciente encuesta nacional reveló que cuatro de cada cinco estadounidenses estarían a favor de que el país convierta parte de sus reservas de oro en Bitcoin.
Lejos de ser una idea marginal, el respaldo a esta medida parece atravesar generaciones, niveles de ingreso y afiliaciones políticas, marcando un cambio de paradigma en la percepción pública sobre las reservas monetarias.
Encuesta revela apoyo masivo a Bitcoin como nuevo activo de reserva en EEUU
El sondeo, elaborado por The Nakamoto Project junto a la firma de análisis Qualtrics, recopiló respuestas de más de 3.300 personas con una distribución representativa de la población estadounidense. Los participantes, ante la propuesta hipotética de convertir una parte de las reservas de oro de Estados Unidos en Bitcoin, debían indicar qué porcentaje sería adecuado.
El resultado promedio fue un sorprendente 20,3%, mientras que el valor mediano se situó en 10%. Más significativo aún: apenas una minoría eligió mantener una exposición total al oro.
La creciente desconfianza hacia la estabilidad a largo plazo del dólar ha abierto la puerta a nuevas formas de diversificación. En este contexto, Bitcoin no se ve ya como un simple activo especulativo, sino como una alternativa seria para fortalecer la seguridad macroeconómica. “La gente no está abandonando el oro, pero claramente busca más herramientas financieras. El oro ya no es sagrado”, explicó Dennis Porter, defensor de los activos digitales.
El momento de esta evolución en el pensamiento colectivo tampoco es casual. Con el reciente halving de Bitcoin reavivando el debate sobre su escasez programada y su resistencia a la inflación, muchos estadounidenses lo consideran una cobertura creíble contra riesgos monetarios. El mismo tipo de razonamiento que durante décadas posicionó al oro como reserva de valor ahora está siendo aplicado al mayor criptoactivo del mundo.
Bitcoin gana espacio como activo de reserva en la percepción pública estadounidense
Troy Cross, uno de los impulsores de la investigación, admitió que el nivel de apoyo fue inesperado: “No esperábamos estos resultados. Pero está claro que el atractivo de Bitcoin supera barreras demográficas y políticas”. De hecho, los datos del año pasado ya habían mostrado que los entusiastas de Bitcoin no se limitaban a un solo espectro ideológico o grupo etario.
En esta nueva edición, la tendencia se mantiene: hombres mayores de 60 años fueron los más propensos a rechazar cualquier exposición al Bitcoin, mientras que las mujeres mayores, si bien más cautas, mostraron menos apego a una reserva 100% dorada.
Aunque el respaldo a una hipotética Reserva Estratégica de Criptoactivos (una propuesta que surgió tras un tuit de Donald Trump en marzo) fue más tibio —66% se mostraron neutrales o favorables—, el mensaje general es claro: la sociedad estadounidense ya no ve en el oro el único refugio financiero confiable, y el debate sobre cómo deben componerse las reservas nacionales está abierto.
En un momento donde el Congreso y el Tesoro aún mantienen una postura conservadora sobre criptoactivos, esta encuesta podría tener implicaciones reales. Lo que hoy parece una provocación teórica podría transformarse pronto en una discusión de política económica tangible.
Descargo de responsabilidad
Descargo de responsabilidad: en cumplimiento de las pautas de Trust Project, BeInCrypto se compromete a brindar informes imparciales y transparentes. Este artículo de noticias tiene como objetivo proporcionar información precisa y oportuna. Sin embargo, se recomienda a los lectores que verifiquen los hechos de forma independiente y consulten con un profesional antes de tomar cualquier decisión basada en este contenido.
