Los banqueros centrales preocupados por el impacto de Bitcoin en el cambio climático

Se recordará que en 2019, el NYDFS se unió a la red de Bancos Centrales y Supervisores para ecologizar el sistema financiero (“NGFS”). El organismo se describe a sí mismo como “un grupo de bancos centrales y supervisores dispuestos, de forma voluntaria, a compartir las mejores prácticas y contribuir a la gestión de riesgos ambientales y climáticos en el sector financiero”.

Los bancos centrales y el cambio climático: una extraña combinación

En la carta, Lacewell reveló que el NYDFS contrató recientemente al Dr. Yue Chen para que trabaje como su primer director de iniciativas climáticas y de sostenibilidad. Su función es comprometerse con las partes interesadas de la industria y la regulación para desarrollar un marco de mejores prácticas para que la industria financiera de Nueva York pueda abordar los problemas ambientales. Los críticos han señalado que el NYDFS carece de fuerza reguladora para perseguir adecuadamente cualquier agenda de este tipo, porque la ley no le otorga tales poderes.

  Sin embargo, el NYDFS cree que el riesgo existente para la propiedad y las actividades comerciales que representan los desastres naturales y los eventos climáticos es suficiente para justificar sus intentos de intervenir directamente. Un extracto de la carta dice:

El cambio climático podría impactar negativamente en los balances de los depositarios no regulados a través de un impacto adverso en los negocios de sus clientes, incluida su pérdida de ingresos, así como cualquier inversión devaluada debido a riesgos físicos o de transición.

Mensajes contradictorios sobre la minería de Bitcoin

La carta menciona específicamente la minería de Bitcoins como un factor de riesgo para el cambio climático. Cita informes que afirman que la energía utilizada para mantener el hashrate de la red Bitcoin es equivalente al consumo total de electricidad de Venezuela y tiene una huella de carbono del tamaño de Nueva Zelanda. Sin embargo, se contradice casi de inmediato al señalar que es difícil estimar con precisión la cantidad de energía utilizada para minar Bitcoins porque depende de la ubicación. En la región china de Sichuan, por ejemplo, las operaciones mineras de Bitcoins son populares debido a la disponibilidad de grandes cantidades de energía hidroeléctrica barata, que tiene un impacto ambiental mucho menor que la quema de combustibles fósiles. La carta menciona además que el impacto ambiental de la minería de criptomonedas es “relativamente pequeño en comparación con sectores como el transporte“. Después recomienda que los mineros comuniquen más información que podría considerarse secretos de trade, como las ubicaciones de minería y el equipo utilizado.

Un extracto de la carta dice:

Las empresas de moneda virtual deben considerar aumentar la transparencia de la ubicación y el equipo utilizado en la minería de Bitcoins para ayudar a aliviar estas preocupaciones. También se informa que el costo de energía para la extracción de monedas virtuales es considerable en comparación con el valor de las monedas virtuales. […] Estas estimaciones, por supuesto, no tienen en cuenta la electricidad necesaria para alimentar el almacenamiento, el comercio y el seguimiento de la moneda virtual necesaria para mantener la industria en funcionamiento.

Al concluir el segmento sobre la minería de criptomonedas, la carta establece que hay datos que sugieren que varios mineros de criptomonedas están avanzando en el abastecimiento de energía sostenible para mitigar el riesgo ambiental implícito que tienen sus actividades.