Un misterioso artista autodenominado como “Shl0ms“, realizó un peculiar experimento dentro del mundo de tokens no fungibles (NFT). Realizó una explosión previamente planificada de un Lamborghini Huracán, con el único propósito de convertir las imágenes de la explosión en material para crear “obras de arte” NFT.
Según la revista especializada en temas automovilísticos, Motorpasión; el artista aseguró haber colaborado con aproximadamente 100 personas para lograr dicha explosión. Después del éxito, o más bien, de la destrucción del automóvil en cuestión, se recolectaron los 999 fragmentos que más acataron la atención del artista. Posterior a ello, se dio un proceso de filmación y edición en los que se crearon videos como material adicional a los ya antes mencionados. Cada video se encuentra asociado a un token no fungible (NFT).
El mismo artista declaró acerca de la complejidad de la tarea, explicando la necesidad de recurrir a ingenieros especializados en explosivos para que, una vez volado el coche, cada pieza quedara “íntegra” e identificable. Paradójicamente, el motivo principal del artista es realizar una clara protesta en contra de la cultura cripto y NFT. En una entrevista, comentó acerca de las diferencias palpables que percibe entre la “realidad” y el mundo NFT:
“Para mí, cuando miro una pantalla, soy muy consciente de que estoy mirando físicamente una pantalla, mientras que antes de tener este cambio mental, eras presa de la ilusión de que estabas mirando a alguien. Por ejemplo, que te estoy mirando ahora mismo y no una superficie de vidrio y un montón de píxeles”.
La idea de Shl0ms intenta ser una crítica a la subjetividad del valor las criptomonedas y NFT. De allí la intención de destruir un objeto de lujo y convertir sus restos en NFT, y aún así obtener muchas más ganancias.
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