Argentina vive un contexto cargado de inestabilidad económica. Si bien no se trata de un panorama novedoso, el dato es que una de las consecuencias es que, mes a mes, crece el total de dinero que los ciudadanos atesoran fuera del sistema local. Según las últimas estimaciones oficiales, la cifra ya supera los 258,077 millones de dólares.
La inflación de doble dígito desde hace más de 15 años y la pérdida de confianza en la moneda llevan a muchos argentinos a abandonar el peso y buscar proteger sus ahorros en otras monedas. El Gobierno debe lidiar con ese problema y, además, con el enorme caudal de fondos que circula fuera del sistema bancario.
La novedad fue presentada por el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) en el informe de Balanza de Pagos, posición de inversión internacional y deuda externa. La información corresponde al primer trimestre de 2022.
La cifra es un 3,1% superior en comparación con el monto estimado por el Indec un año atrás. Ese monto millonario, que crece trimestre a trimestre en las estimaciones del organismo, contempla los fondos alojados en cuentas bancarias declaradas en el exterior.
También refiere al dinero atesorado en cajas de seguridad o los billetes guardados “en el colchón” (vivienda del ahorrista), tanto en dólares como en otras divisas. Y el incremento de ese monto año a año grafica la desconfianza que los argentinos mantienen en el peso y el sistema financiero local.
Dólares como refugio histórico
Comprar dólares y la huir del sistema local es una tendencia que hace años marca a la economía argentina y no distingue gobiernos y administraciones. La acumulación de sucesivas crisis económicas, cepos, confiscaciones de depósitos son algunas de las razones.
Completan la inflación, cambios de moneda, déficit fiscal, emisión y pérdida del poder adquisitivo. Ese combo completa un escenario de desconfianza hacia el sistema financiero local y de desconfianza en el peso como refugio para los ahorros.
Entretanto la inflación local se encamina este año a un piso del 75%, según las últimas estimaciones de economistas privados -sería el registro anual más alto desde 1991-, se deteriora el rol del peso. En ese camino, la moneda local es usada para concretar pagos y transacciones cotidianas (si bien algunas operaciones, como la compraventa de propiedades, se estima y se concreta en dólares), y perdió su rol como reserva de valor.
En consecuencia, muchos de quienes tienen capacidad de ahorro recurren al dólar u otras divisas para mantener su capital.
El crecimiento del stock de ahorros fuera del sistema local cobra mayor peso cuando se coteja ese dato con otras variables de la economía. Por ejemplo, la cifra informada por el Indec equivale a más de seis veces las reservas brutas del Banco Central (BCRA). Las mismas se se ubican hoy en 38.121 millones de dólares.
El mencionado informe ilustra cómo los argentinos eligen destinar sus bienes a instrumentos o activos fuera del país. En el concepto de “Inversión directa” (bienes, propiedades u otros activos físicos) los argentinos tienen declarados 42.895 millones. En comparación con igual trimestre de 2020, ese stock se incrementó en 1581 millones (3,8%).
La categoría “Inversiones de cartera”, que contempla títulos públicos, acciones y otros instrumentos financieros, concentra unos 79.334 millones. Fue el rubro que más creció en el último año, con una variación positiva de 7,5% (5515 millones).
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