En Argentina es usual que, al pagar con una tarjeta, el cliente se quede esperando que la persona que cobra el producto o servicio vaya hasta un dispositivo donde concreta la operación. En ocasiones ese trámite es a la vista del cliente, pero en muchos casos no. Tomar un café y pagar con tarjeta de débito es un ejemplo muy corriente.
El consumidor se queda en su mesa y el mozo busca el posnet detrás de la barra. Es decir, la persona entrega el plástico y lo pierde de vista. Precisamente es este paso el que busca evitar un proyecto presentado por el Diputado Nacional Julio Cobos. Se busca, además, evitar delitos o estafas que ocurren cuando se pierde de vista el método de pago.
La iniciativa busca que aquellas transacciones que se realicen de forma presencial obliguen al comerciante a disponer lo necesario para que el cobro sea a la vista de quien consume. El proyecto alcanza a tarjetas de crédito, débito, prepagas o medios de pago electrónicos. El propio legislador explicó las bases de su propuesta en redes sociales.
“Los usuarios NO deben entregar sus tarjetas para los cobros. La protección de datos personales es fundamental y son frecuentes las estafas relacionadas con estos medios de pago. Presenté un proyecto para evitar que los consumidores pierdan de vista sus tarjetas.”
La idea estipula que los comercios sin las facilidades para proceder con cobros delante del cliente reciban sanciones económicas. Para Cobos, la protección de datos es la base del documento presentado.
“La protección de datos personales es un tema crítico en la era digital y la proliferación de estafas relacionadas con este tipo de medios de pago nos motiva a proponer este proyecto para evitar que los consumidores pierdan de vista sus tarjetas. La tecnología existente permite que estas transacciones sean realizadas delante del cliente sin que sea necesaria la entrega de los plásticos -o cualquier otro soporte- que son personales.”
Otros colegas del ex vicepresidente de Argentina acompañaron las propuesta. Son los diputados Gerardo Cipolini, Gabriela Lena, Karina Banfi y Ximena García. También están Roxana Reyes, Manuel Aguirre, Roberto Sánchez y Lisandro Nieri. La lista cierra con Víctor Hugo Romero, Ricardo Buryaile, Soledad Carrizo, Jorge Rizzotti, Marcela Coli, Jorge Vara y Gustavo Bouhid.
Delitos informáticos en auge
En Argentina rige la Ley de Protección de Datos Personales Nº 25.326, que resguarda los datos de las personas para que no sean utilizados sin su consentimiento. No obstante, los delitos vinculados con el robo de información personal crecieron exponencialmente. Esos datos se almacena en una gran variedad de lugares y las personas pierden el control. Para mejorar su seguridad frente a posibles ataques, es importante revisar hábitos y costumbres.
Hernán Carrascal, Sales Director Andina de VU, especialista en ciberseguridad, prevención de fraude y protección de la identidad, detalla la gama delictiva que se desprende a partir de este tipo de información.
“La ciberdelincuencia es un fenómeno criminal que abarca ataques a los sistemas informáticos, accesos ilegítimos y destrucción de información. También la utilización de esos sistemas para cometer otros delitos como los fraudes a través de internet.”
Un informe oficial realizado por el gobierno argentino repasó el crecimiento y las variantes de los delitos informáticos. Desde la pandemia a esta parte, estos son los delitos más comunes.
- Ransomware: Como parte de un ataque de phishing, el hacker manda a la víctima un mensaje con un archivo adjunto malicioso o un enlace que la redirige a un sitio web engañoso donde descarga el malware.
- Malware: Término amplio que contempla diferentes clases de software malicioso, incluyendo virus, gusanos y spyware. Estos ataques aprovechan una vulnerabilidad y se introducen en la red para plantar el código nocivo.
- Password spraying: Técnica utilizada para obtener credenciales de acceso válidas que consiste en probar contraseñas de uso común en varias cuentas de usuario.
- Doxing: Consiste en revelar información de una persona, como su nombre real, dirección particular, lugar de trabajo, teléfono, datos financieros, etc., para luego divulgarlo al público sin el permiso de la víctima.
- Sim swapping: Es un fraude que les permite a los criminales el secuestro del número de teléfono al duplicar la tarjeta SIM. Esta técnica se produce por la falta de implementación de protocolos de verificación a la hora solicitar una copia de la tarjeta SIM.
- Phishing: Estafas orientadas a engañar a los usuarios con el objetivo de que revelen información confidencial para ser utilizada con fines fraudulentos. El atacante puede llamar, enviar un correo electrónico o WhatsApp a la víctima haciéndose pasar por una organización o entidad.
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