El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó sus vaticinios inflacionarios para 2023 y 2024, en un análisis publicado en su blog. En esa evaluación se proyecta una reducción de la inflación en Argentina para el año en curso.
La sitúa en el 60%, un guarismo alarmante para cualquiera, pero positivo para un país que cerró un ciclo con casi el 100% de aumentos. El dato va en línea con lo presagiado por el gobierno en el presupuesto 2023.
El organismo, por otra parte, advierte sobre el riesgo de utilizar reservas para la recompra de bonos en moneda extranjera. Se trata de una medida anunciada semana atrás por el Ministro de Economía, Sergio Massa. Según datos de la empresa Portfolio Personal Inversiones (PPI), Argentina lleva empleados 404 millones de dólares en esa maniobra.
En ese sentido se expresó Nigel Chalk, subdirector del departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
“Tenemos metas de reservas en el programa. Las reservas son escasas y preferiríamos no tener acciones que minen la acumulación de reservas que estamos asumiendo en el programa.”
El Banco Central de Argentina (BCRA) ubicó, al 27 de enero, su nivel de reservas en 42.260 millones de dólares. La calificadora de riesgo Moody’s, en cambio, estipuló en 6 mil millones ese disponible. Esa compañía sentenció que la recompra adoptada por Massa era igual a un default.
El presagio halagüeño sobre la inflación argentina que hace el FMI, choca con el relevamiento efectuado por consultoras que trabajan para el BCRA. Para ese análisis, la suba de precios en 2023 estará nuevamente cerca del 100%.
Inflación regional
Los economistas Gustavo Adler , Nigel Chalk y Anna Ivanova, autores de la publicación, también se pronunciaron sobre la inflación de otros países de América Latina.
“Las presiones inflacionarias están retrocediendo en muchos países debido a los esfuerzos tempranos y decididos de los bancos centrales, así como a los precios mundiales más bajos de los alimentos y la energía. Sin embargo, la inflación subyacente (excluyendo alimentos y energía) se mantiene alta en alrededor del 8 por ciento en Brasil, México y Chile (y algo más alta en Colombia pero más baja en Perú).”
Respecto al año 2023, las diferentes proyecciones inflacionarias para América del Sur quedarían del siguiente modo:
- Argentina 60%
- Bolivia 3,5%
- Brasil 5,7%
- Chile 5%
- Colombia 7,3%
- Ecuador 2,3%
- Paraguay 4,2%
- Perú 3%
- Uruguay 7,2%
- Venezuela 150%
El análisis destaca una serie de puntos que considera valiosos para controlar la suba de precios. Por un lado, sostiene que los bancos centrales deben redoblar esfuerzos en el control inflacionario, manteniendo altas las tasas de interés durante algún tiempo.
Por otro lado, subraya la importancia del gasto social apuntado a las clases sociales más bajas y, al mismo tiempo, con reducción de la deuda pública. Entrar en un proceso de mayor ecuanimidad, según los especialistas, requerirá que “los ricos tributen impuestos de forma justa”. Finalmente, otra receta que sugieren para el control de aumentos es no desatender reformas estructurales para mejorar la productividad, la inversión y la generación de empleo.
En cuanto a las previsiones de crecimiento para 2023, el organismo considera que Argentina se ubicará en los 2 puntos porcentuales. El resto de américa latina sería: Bolivia 2,9%, Brasil 1,2% y Chile 1,5%, Colombia 1,1%, Ecuador 3%, Paraguay 4,3%, Perú 2,5%, Uruguay 3,6% y Venezuela 6,5%.
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