¿Invertir y tener ganancias sin hacer nada? La inteligencia artificial tiene la solución… ¡o tal vez no del todo!
IA, ¿una guía futura para las inversiones en criptomonedas?
El fenómeno no se le habrá escapado a nadie: la popularidad de la inteligencia artificial ha estado explotando durante varias semanas, en particular desde el lanzamiento de ChatGPT. Un fenómeno del que se aprovechan las criptomonedas para mejorar los rendimientos.
En esta misma línea nació el proyecto Verox. Consiste en una plataforma impulsada por IA destinada a administrar mejor las inversiones. Al evaluar el perfil del usuario así como los datos de los diversos proyectos cripto existentes, este elabora un plan aconsejando invertir su dinero en los activos que le corresponden.
Según el documento técnico de Verox, la IA también debería analizar las condiciones del mercado para dirigir a sus usuarios a los proyectos con más probabilidades de dar sus frutos . Además, la plataforma también debería permitir el trading automático.
Para fines de 2023, la inteligencia artificial también podrá evaluar proyectos NFT. De hecho, este sector abre sus brazos, especialmente a través del competidor de ChatGPT, CharacterGPT.
¿Hacia una inversión fácil y sin riesgos?
Sin embargo, tenga cuidado: ¡no invierta ciegamente su dinero en tales proyectos! Aunque ya se usa desde hace varios años, la IA todavía está en pañales y no es omnisciente. Por lo tanto, aún puede estar equivocado al dirigirlo a proyectos cripto.
Peor aún, la inteligencia artificial no puede leer el futuro. Por lo tanto, su inversión sigue sujeta a varios fenómenos negativos: fracaso del proyecto, piratería cripto, manipulación de precios o incluso una crisis como el bear market. Así que muy bien puede poner su dinero en un activo que se derrumbará después de un tiempo.
En este sentido, Verox aún no ha dado los criterios de selección de su robot. Por lo tanto, la IA solo debe usarse como guía: le ofrece proyectos que posiblemente podrían adaptarse a usted, pero depende de usted informarse antes de invertir. Así que todavía se necesita el cerebro humano para verificar el trabajo.
La moraleja de la historia: no confíes tu dinero a una IA que no tiene nada que perder.
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