En la ambición de obtener grandes ganancias y en la creencia de que el valor de estos tokens seguirá aumentando, muchos terminan siendo víctimas y sufriendo enormes pérdidas. Las estafas son cada vez más comunes. Solo en 2022, se identificaron más de 300 rugpull, según un estudio de Comparitech.
Además del trading de criptomonedas, los estafadores encuentran nuevos campos en los segmentos DeFi y NFT para atraer a sus víctimas. Un informe de Dune afirma que más de la mitad de las transacciones que involucraron tokens no fungibles en 2022 fueron manipuladas, con una buena parte de ellas destinadas a aplicar un exit scam.
De esta forma, saber distinguir un proyecto prometedor y confiable de un posible rug pull se vuelve primordial para quienes desean triunfar en el mercado. Veamos cómo funcionan los rug pulls y cómo evitar ser víctima de este tipo de estafa.
¿Qué es un rug pull?
Rug Pull es el nombre que recibe la maniobra que realizan los desarrolladores o inversores iniciales de un proyecto desconocido cuyo token sube de forma rápida y artificial, buscando atraer nuevos inversores. Luego el precio se desploma, dejando a los inversores en pérdidas.
Las redes sociales suelen usarse para este fin. Los estafadores muestran las supuestas ganancias que han obtenido o compartiendo las innovaciones y ambiciones que tiene el proyecto, para darle más credibilidad. Se crean perfiles falsos para promover la idea de que el activo tiene una comunidad grande y comprometida.
El aumento de la demanda hace que el precio se mantenga en una fuerte tendencia alcista, ampliando aún más el FOMO en el mercado. Cuando el precio alcanza un nivel satisfactorio, los estafadores venden sus tokens de forma masiva, hundiendo el precio del token.
Los responsables del proyecto suelen desaparecer con el dinero, protagonizando un exit scam. La práctica se ha vuelto tan común que los grupos de “pump and dump” en Telegram se multiplican. Por desgracia, los rug pulls son cada vez más comunes en el espacio cripto.
No todas las criptomonedas son rugpull
Según CoinMarketCap, actualmente hay más de 22,000 criptomonedas. Aunque la mayoría de estos proyectos son, como mínimo, sospechosos, uno no puede caer en la narrativa de que todos estos activos son posibles estafas. Muchas criptomonedas tienen proyectos serios y actúan de acuerdo con lo que se proponen.
Como ejemplo, se puede enumerar Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH). Ambos han visto valoraciones estratosféricas desde que fueron lanzados, pero tienen sus movimientos de precios consistentes con el mercado, además de tener comunidades descentralizadas y aplicaciones del mundo real.
Esto no sucede con las criptomonedas rugpull. Un activo que se creó para realizar este tipo de estafas difícilmente podrá recuperarse o acercarse a los precios vistos antes de ejecutar la estafa.
Casos más notorios
Ya sabes qué es un rug pull. Ahora veamos los casos más famosos. Los rugpull comenzaron a intensificarse en 2017, alcanzando su punto máximo durante el último ciclo del mercado alcista en 2021, donde se robaron más de 8 mil millones de dólares a través de esta práctica.
Algunos episodios antiguos siguen estando entre los mayores rug pulls del mercado. Uno de ellos es el caso de OneCoin, lanzado en 2014. Se cree que la criptomoneda atrajo a más de 3 millones de inversores en su apogeo, y sus fundadores desaparecieron tras obtener una ganancia de 4 mil millones de dólares.
En 2021, uno de los casos más notorios fue la estafa del token SQUID. Aprovechando el éxito de la serie Squid Game, los desarrolladores crearon un token con el mismo nombre, que pronto atrajo a varios inversores. Su precio, que se había disparado, cayó de 2,800 dólares a 0 dólares tras ejecutar el rugpull. Desde entonces, los intentos de las víctimas por revivir el proyecto han sido en vano.
Curiosamente, los rugpulls se volvieron menos efectivos en 2022. A pesar de que la cantidad de estas estafas se disparó en comparación con el año anterior, la cantidad recaudada por los estafadores fue ocho veces menor, según Comparitech.
¿Cómo evitar un rugpull?
El primer paso para no ser víctima de un rugpull es actuar con cautela y no dejarse llevar por la ola de codicia que intentan imponer los estafadores. Antes de invertir en un activo, es importante investigar su proyecto y sus creadores. Esto se puede hacer a través de su sitio web oficial, whitepaper y perfiles de redes sociales.
Asegúrese de que el proyecto tenga una comunidad relevante y que el token tenga un historial de movimiento constante de precios. Otra señal de advertencia es el hecho de que el activo no cotiza en exchanges centralizados. Por lo general, estas plataformas tienen un filtro más amplio, por lo que no dejan espacio para las criptomonedas sospechosas.
Finalmente, busque agregadores y plataformas de análisis on-chain para verificar la cantidad de monederos que tienen la criptomoneda en cuestión. Si una gran parte del suministro de un token está centralizado en unas pocas direcciones, hay muchas posibilidades de que sus creadores estén tratando de realizar un rug pull.
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