Bard: Una guía sobre el chatbot inteligente de Google

Finalmente, Google se ha subido al tren de los chatbots inteligentes conducido por ChatGPT. El gigante ha tardado en sumarse a la tendencia, pero la espera ha merecido la pena. BARD se ha presentado al público con una versión mucho más desarrollada. ¿Será suficiente para competir con OpenAI?

En esta guía, profundizaremos en las características del chatbot de Google. Veremos qué potencial tiene y cómo se está integrando en el sector de la IA, un espacio que evoluciona a una velocidad endiablada.

¿Qué es BARD?

Google ha respondido al chatbot de OpenAI con Bard, un modelo de lenguaje basado en inteligencia artificial que pretende colocarse entre las principales opciones del mercado. A nivel tecnológico, Bard supone una alternativa a ChatGPT, ya que usa su propio LLM, bautizado como LaMDA (acrónimo de Language Model for Dialogue Applications).

Presentación de Bard

El 6 de febrero de 2023, Google anunció su incorporación al sector de la IA con Bard. El chatbot fue recibido con cierto escepticismo, en parte debido a la ingente cantidad de proyectos que el gigante de Internet ha dejado en el tintero.

Ciertamente, Google ha abandonado algunos de sus productos a mitad de camino. Un buen ejemplo son sus gafas, que ha intentado recuperar como puerta al Metaverso. Pero el tema de los chatbots es diferente. ChatGPT supone una amenaza real para Google, poniendo en peligro su utilidad como motor de búsqueda.

Un error fatal

Puede que Google haya retrasado su entrada al sector de la IA por esa amenaza. ¿Por qué querría lanzar un producto que podría acabar con su principal fuente de ingresos? No tiene mucho sentido. Al menos, no lo tenía hasta la aparición de ChatGPT. Ahora, Google tiene que competir con OpenAI para sobrevivir.

De momento, no lo está haciendo bien. Bard no superó la prueba el día de su presentación pública cuando se le preguntó por el telescopio espacial James Webb (JWST).

El chatbot de Google aseguró que el telescopio había tomado las primeras imágenes de un planeta ubicado fuera del sistema solar. Twitter se incendió rápidamente con las correcciones de los astrónomos.

Unfortunately a simple google search would tell us that JWST actually did not “take the very first picture of a planet outside of our own solar system” and this is literally in the ad for Bard so I wouldn’t trust it yet https://t.co/OS8AMyLQRu

— Isabel Angelo (@IsabelNAngelo) February 7, 2023

El error cometido por Bard supuso una caída significativa del valor de las acciones de Google. La fiabilidad del modelo quedó en entredicho.

Cabe destacar que este tipo de modelos de IA ofrecen información inexacta o falsa a menudo. ChatGPT lo hace. Puede que el impacto haya sido mayor en el caso de BARD por tratarse de una presentación pública.

¿Quién puede usar Bard?

Actualmente (mayo de 2023), la lista de espera para probar BARD está abierta para usuarios mayores de 18 años sitos en Estados Unidos y Reino Unido.

De momento, su uso no tiene costo y, visto el gusto de Google por ofrecer productos gratuitos (a cambio de la cesión de datos personales), podría mantenerse así en el futuro.

Bard: Potencial y funcionamiento

Tal y como ocurre con ChatGPT, el Bard responde a prompts generando contenido basado en texto. Según Google, su chatbot puede escribir, corregir y explicar código en más de 20 lenguajes de programación diferentes.

¿Cómo funciona Bard?

BARD se basa en un modelo de lenguaje desarrollado por Google: LaMDA. Se trata de un LLM que guarda ciertas similitudes con GPT, aunque el gigante señala la seguridad y la estabilidad como dos variables destacables del modelo.

El equipo de desarrollo pone de relieve la capacidad de BARD para integrar información a través de búsquedas en Internet, mejorando la exactitud de las respuestas.

El paper publicado por Google (LaMDA: Language Models for Dialog Applications) hace referencia a tres factores que condicionan el funcionamiento del modelo:

• Sensatez. Valora si la respuesta es lógica y coherente.
• Especificidad. Determina si la respuesta está contextualizada o es genérica.
• Interés. Evalúa la capacidad de generar conocimiento y curiosidad.

Estas variables son evaluadas de forma externa, ofreciendo un feedback que Google puede utilizar para mejorar el desempeño de LaMDA. El paper hace hincapié en el potencial que ofrece la combinación de la capacidad del modelo para verificar la información y las evaluaciones.

Bard vs. motores de búsqueda

ChatGPT deja obsoleto el concepto de búsqueda en Internet ofreciendo información sin necesidad de navegar. El equipo de Bard tiene como objetivo dar un paso más allá, no solo respondiendo a las preguntas de los usuarios, sino profundizando en la información obtenida y generando conocimiento.

Google intenta así cubrir la demanda creciente de usuarios que buscan respuestas más elaboradas. Hablamos de cuestiones que no pueden responderse de forma general y rápida. Un usuario puede preguntar cuántas teclas tiene un piano: la respuesta es sencilla.

¿Y si pregunta por la dificultad de aprender a tocar el piano o cuánto tiempo necesitaría? Puede que pregunte incluso si el piano es el instrumento ideal o debería elegir otro. Estaríamos hablando de respuestas que requieren de valoraciones complejas. La cuestión es si Bard podrá realizarlas.

Otros proyectos de IA de Google

BARD no es el único proyecto de Google que tiene como punto centra la inteligencia artificial. De hecho, el gigante está destinando una buena cantidad de recursos humanos y económicos a otros proyectos basados en IA, tales como Anthropic, una startup similar a OpenAI.

Durante el evento de presentación de Bard, Google aprovechó para anunciar la integración de herramientas inteligentes en productos de la compañía como Maps, Docs y Gmail, quizá en un intento por eclipsar el lanzamiento de Microsoft 365 Copilot.

Magi podría ser otro proyecto que Google tendría bajo la manga. Según NY Times, el gigante de Internet estaría desarrollando un buscador basado en IA que podría sustituir a Google Search.

La guerra de chatbots ha comenzado

La incorporación de Google al sector de la IA supone un punto de inflexión en la batalla de las tecnológicas por liderar el mercado.

La inversión en materia de inteligencia artificial ha alcanzado volúmenes significativos, lo que indica el potencial de esta tecnología en todos los niveles, desde el económico hasta el laboral.

En esta batalla por el liderazgo de la industria de la IA, Google parece haber llegado tarde, pero ha demostrado tener un interés obvio, sobre todo tras el posicionamiento de Microsoft a través de OpenAI y ChatGPT.

Habrá que esperar para ver si Google pierde su hegemonía en el ciberespacio ante otro gigante o, si los modelos de código abierto lo permiten, la inteligencia artificial evoluciona en manos de comunidades descentralizadas.

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